1. Escucha todos los sonidos del mundo
El otoño es calma y silencio. Aunque no siempre, si así lo deseas... La incesante oferta cultural de Gran Canaria se llena de melodías durante estos meses del año con una agenda de conciertos donde caben literalmente todos los sonidos del mundo.  Así lo demuestran ofertas tan sugerentes como el Womad, festival mundial de las músicas, las artes y la danza, el Festival Jazz Otoño o una repleta cartelera que abarca desde la música sinfónica a la escena pop y rock. ¿Te vienes a escuchar a qué suena el otoño en la isla?

2. Hay una silla esperándote
En las tascas de los pueblos del interior se come igual que se habla: lentamente, deteniéndose en el regusto de las palabras, en la intensidad de los quesos de la tierra o en recetas que pueden sorprenderte por el protagonismo de las castañas, las manzanas o las verduras y frutas de temporada. En estos locales impregnados por el aroma de lo auténtico hay una silla alrededor de una recia mesa de madera esperando por ti. No tendrás prisa ninguna por marcharte. El otoño se saborea despacio en Gran Canaria.

3. La tienda está abierta para ti
La Calle Mayor de Triana, en Las Palmas de Gran Canaria, es un permanente río de vida que se expande hacia un entramado de vías trasversales y paralelas repletas de pequeñas tiendas y comercios cuyos escaparates suponen una permanente invitación a que entres y descubras todo tipo de maravillas entre edificios históricos de diversos estilos. Aquí podrás encontrar figuras de chocolate de formas que creías imposibles, reinterpretaciones de la artesanía aborigen, ropa vintage, artículos de lujo, un cómic, el pastel perfecto, juguetes de madera, una crema facial de aloe vera o un reloj de pared que marca las horas felices de Triana. Muy cerca, además, te puedes tomar un café con la historia en el Gabinete Literario o en el Café Madrid.

4. Respira y camina
El otoño de Gran Canaria es un sendero circular que empieza y termina en el mismo punto: tu bienestar. Hay algo, como una fuerza interior, que te empuja a enfundarte las botas y la mochila y enfilar cualquiera de los múltiples caminos que se adentran en los bosques, montañas y llanuras insulares. La huella de los pasos que dejes atrás jamás se borrará de tus recuerdos.

5. Viaja en un galeón por los mares o pon rumbo al pasado
Gran Canaria destaca por la cantidad y calidad de sus museos, un rasgo de su rica herencia histórica y cultural. La variedad de la oferta te permitirá, por ejemplo, entrar en la reproducción de un antiguo galeón en la Casa de Colón, viajar en el tiempo hasta el antiguo poblado aborigen de Agáldar en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada o conocer la casa natal de uno de los mayores genios de la literatura europea el siglo XIX, el grancanario Benito Pérez Galdós.

6. Mira al mar de otro modo
El mar de otoño se viste con un azul especialmente intenso. También te mira con otros ojos. Y te pide que hagas lo mismo. Lo puedes hacer, por ejemplo, recorriendo el Sendero Azul de Las Palmas de Gran Canaria, que recorre la Playa de Las Canteras y culmina en el espacio protegido de El Confital. También es aconsejable buscar cualquier rincón del litoral y, con paciencia, contemplar a otros seres que también eligen el suave otoño de la isla para pasar una larga temporada. Son las aves de paso, zarapitos, charranes, garzas, correlimos y vuelvepiedras con los que echarás a volar la imaginación.

7. Y sumérgete en el Atlántico
Hay mil planes posibles más, por supuesto. Pero en ningún otro lugar de Europa encontrarás tantas posibilidades de poder disfrutar de un día de playa como aquí. Y si lo deseas, múltiples empresas te ofrecen sus servicios para bucear y descubrir los tesoros más profundos de Gran Canaria. Es una oportunidad para sentirte privilegiado y sumergirte en un estilo de vida atlántico, donde en el mismo otoño es posible recoger castañas y nadar entre los peces.

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