Auditorio Alfredo Kraus, la voz del océano
El Auditorio Alfredo Kraus triunfa como icono de Las Palmas de Gran Canaria por su diálogo con el entorno.
Siendo un niño, Juan descubrió la existencia de unos pequeños peces que habitaban los charcos que dejaba la marea baja en la Playa de Las Canteras. Juan Bordes creció, se hizo hombre y escultor de fama, pero aquellos cabosos siguieron nadando en su memoria, lugar del que salieron un día para formar parte de la serie escultórica integrada en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria. Las sirenas de la fachada se inspiran en aquellos recuerdos ensalitrados.
En el auditorio se funden las fuerzas de la naturaleza. El edificio se alza frente a un rompiente marino y sobre un zócalo de piedra volcánica. El niño soñador que sigue viviendo dentro de Juan Bordes imaginó que la fauna del cercano arrecife que protege a Las Canteras, la Barra, trepó hasta la construcción, extendiendo su reino submarino.
Por eso en el exterior encontramos un rascacio de acero, un pulpo de piedra, una raya e incluso una medusa cuyos ojos parecen a punto de abrirse en cualquier momento, amenazando con petrificar al mismísimo mar. Pero eso no ha ocurrido todavía… Muy al contrario, el Atlántico besa esta orilla añadiendo su sonora voz a un espacio por el que desfilan algunas de las mejores orquestas y voces del mundo. En su interior se han deslizado también caracolas marinas, morenas, cangrejos, bandadas de pececillos y un mejillón gigante que emerge de la Rosa de los Vientos.
En un guiño de la piedra, el acero y el cristal al Atlántico, el escenario de la sala sinfónica abre un ventana hacia el mar, quizás con la intención de que las criaturas marinas también puedan disfrutar de las maravillas musicales que se suceden en el Auditorio Alfredo Kraus, diseñado por el prestigioso arquitecto Óscar Tusquets, que tuvo claro desde un primer momento que su obra debía relacionarse en armonía con el entorno.
Este sublime edificio es una mezcla de fortaleza y faro al borde del océano. Su figura impone y cautiva. La edición web para España de la prestigiosa revista National Geographic eligió una fotografía suya como imagen del día. Esto es sólo una prueba más de su condición de símbolo arquitectónico de Las Palmas de Gran Canaria, así como de pulmón cultural y sede de eventos internacionales como el Festival Internacional de Música de Canarias, el Rincón del Jazz o el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, entre muchos otros eventos.
El nombre del auditorio rinde homenaje al tenor grancanario Alfredo Kraus, una de las voces más importantes de la lírica contemporánea. Cerca se levanta una imponente escultura de más de ocho metros de altura en la que el tenor parece mantener un colosal duelo vocal con el rugiente Atlántico.
A escasos metros, la vida bulle, igual que en los charcos donde se entretenía Juan Bordes. Hay gente sentada en las terrazas, o caminando, o contemplando a los surfistas cabalgando sobre una de las mejores olas de Europa. Más allá, donde el mar se amansa por la presencia de la Barra, niños y niñas de hoy en día se divierten bajo el sol, jugando en las aguas cristalinas, creando sin saberlo recuerdos que inspirarán un día cosas bellas e increíbles.
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