Caminar sobre el cielo en Las Canteras
Hay un lugar donde es posible caminar a la vez sobre la tierra, el cielo y el mar. Ocurre en Las Canteras, en especial en su extremo más salvaje, en la zona de La Cícer, que debe su nombre a la desaparecida central eléctrica. Hoy en día, la energía la generan las personas que acuden a este paraje donde las olas culminan su viaje a Gran Canaria convertidas en un gran espejo.
El Auditorio Alfredo Kraus también se mira en este cristal de agua. Este monumento hecho de piedra, emoción y música es un canto al mar y a su mitología. Por eso se aferran a sus paredes las recreaciones escultóricas de peces, como el singular caboso de mirada melancólica, además de sirenas o medusas creadas por el escultor Juan Bordes, un artista local cuya memoria infantil se sumerge en la playa de Las Canteras, como un ánfora bajo las aguas, llena de recuerdos.
Las personas que cabalgan sobre las olas de la Cícer crean igualmente recuerdos imborrables cada día en esta feliz confusión de cielos, aguas y arenas, igual que quienes simplemente pasean o dejan que su mirada se adentre en el océano y se pierda en el horizonte. Hagan lo que hagan, y suceda lo que suceda en la playa, la escultura en bronce del tenor Alfredo Kraus seguirá cantando junto al Atlántico el repertorio de este dueto de voces eternas. Y siempre aquí, sobre el escenario cristalino de esta orilla del mundo.
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