Desembarco en Las Canteras

Manolo 'El Peligroso' resume la mezcla de tradición y cosmopolitismo de la playa de Las Canteras. Hoy seguimos de cerca sus pasos para sumergirnos en el espíritu alegre y bullicioso de Las Palmas de Gran Canaria. ¿Nos acompaña?

Vista aérea de la Playa de Las Canteras

Manolo El Peligroso tira de su barca hacia las cristalinas aguas. Cerca, sobre la arena, se ve a gente caminar, algunos se dan el primer baño del día y otros desayunan en alguna de las terrazas del paseo. Es un día más en la playa de Las Canteras.

La embarcación de Manuel, La Gaviota, arranca el motor y se pierde más allá de La Barra, el arrecife que protege a la playa. Un pez volador planea a su lado a lo largo de casi veinte metros antes de sumergirse de nuevo bajo el mar.

 

Una chica corre por la avenida de Las Canteras, mientras otras personas toman algo en una de las terrazas
Manolo lleva su barca hacia el mar

En la orilla, sobre las piedras volcánicas, los pescadores más madrugadores limpian el pescado mientras las escamas de las viejas (un tipo de pez también conocido como pez loro), gueldes y sargos brillan como un arcoiris bajo el sol. Estos marineros suelen formar parte de sagas familiares, todas ellas con su apodo, igual que El Peligroso.

Anochece en Las Canteras

Pero, ¿dónde está ahora Manolo? A él le gusta improvisar. Puede salir a pescar y entonces fondea en los lugares secretos que sólo los viejos marineros conocen. O, si le apetece, en menos de diez minutos alcanza la otra punta de Las Canteras, una zona conocida como la Cícer donde cogen olas surferos locales y otros llegados de cualquier rincón del mundo.

Manolo en su barca
Actividades náuticas al atardecer en la Cícer

En tierra cada vez son más las personas que se suman a la corriente constante de vitalidad de Las Canteras, la playa que habla todas las lenguas y donde todo el mundo está en casa. Los comensales empiezan a llenar las mesas de los restaurantes. En algunos de ellos entrará en el menú el pescado fresco del día, las famosas papas arrugadas o el mojo, aunque aquí es posible encontrar casi cualquier tipo de comida.

Vista aérea de la zona de La Puntilla
Práctica de actividades náuticas en la zona de La Puntilla

El sonido de un motor anuncia que Manolo está de vuelta. Al pisar tierra saluda sonriente a las personas que, como él, demuestran que la ciudad tiene alma propia y que ésta, como su mar, es profunda y azul.

Vista aérea de la Playa de Las Canteras