El Centro Etnográfico del Faro de Maspalomas, así se hace una isla
Las salas expositivas proponen un recorrido por la artesanía tradicional de Gran Canaria con más de mil objetos y reflejan las transformaciones sociales en la isla.
Antes que la luz, fue la piedra. Bueyes y camellos bajaron hasta la costa bloques de basalto del barranco de Fataga para que maestros artesanos los convirtieran en las piezas del Faro de Maspalomas, con una perfección técnica que todavía asombra. Entre sus manos cobró vida la idea plasmada sobre el papel por el ingeniero Juan de León y Castillo. El día uno de febrero de 1890, la luminaria proyectó un primer destello que habría sido imposible sin el saber y el sudor de quienes supieron transformar en progreso aquellas rocas de millones de años de antigüedad.
Por eso, es absolutamente lógico que el Centro Etnográfico del Faro de Maspalomas ponga el foco en los hombres y mujeres que, literalmente, dieron forma a la vida en Gran Canaria con todo aquello que tenían a su alcance. Las instalaciones proponen un recorrido por la artesanía tradicional grancanaria con más de un millar de objetos, reflejo a su vez de la transformación de la sociedad que abarca el periodo aborigen y sobre todo las grandes transformaciones acaecidas a partir de la conquista castellana.
En lo alto, a más de cincuenta metros de altura, el faro sigue proyectando haces lumínicos que se adentran casi veinte millas en las noches atlánticas. En su base, las distintas salas expositivas y proyecciones audiovisuales del Centro Etnográfico iluminan con el conocimiento.
La huella de la evolución de Gran Canaria está grabada en el barro, en los objetos que modelaba la antigua población grancanaria totalmente a mano, antes de la incorporación de la alfarería a torno que trajeron consigo los nuevos colonos. El origen volcánico de la isla proporcionó una amplia variedad de rocas y el aprendizaje del oficio de cantero o labrante se forjaba entre el polvo de las canteras, hasta alcanzar la condición de oficiales. Cada uno tenía que cincelar su futuro.
Gran Canaria también talló lo que ha sido y lo que es. La carpintería es un espejo en el que se mira de frente. En ese espejo ve su pasado, con las vigas que usaban los ancestros. Se asoma al mar, con los botes y barcos que obraban los carpinteros de ribera, y hace surcos en la memoria y en el presente de medianías y cumbres con los aperos de labranza, o con los recios toneles para envejecer el vino.
El Centro Etnográfico incluye maquetas que revelan la diversidad de los objetos artesanos que albergaban los hogares tradicionales según su poder adquisitivo. En las casas más humildes, muchas de ellas básicamente cuevas acondicionadas para la vida, apenas había un camastro, un arcón, una estera sobre la que comer y dormir, escasos recipientes de cerámica o lámparas de hojalata que alumbraron tantas noches, incluso las más oscuras.
Estas instalaciones que suman un atractivo cultural y de ocio más al sur de Gran Canaria, acercan también a la artesanía basada en el uso de las fibras vegetales por parte de las personas dedicadas a la elaboración de cestos, alpargatas e incluso jaulas. Su materia prima era y es la caña, las hojas de palma, el mimbre, el junco, el centeno o el codeso, además de la fibra de la pitera.
Las pieles, además de para la confección de vestimentas, han sido la base de calzados, arreos para caballerías, instrumentos musicales y agrícolas, collares para perros, cabras y ovejas o los afamados zurrones, que además de un utensilio es una seña de identidad en la que se amasa el gofio y, si son de buen tamaño, son empleados por los pastores para acarrear enseres. También con esas pieles, sobre todo de conejo y camello, se fabricaron sombreros y con otras, zapatos, porque una persona empieza en los pies y termina en la cabeza igual que Gran Canaria comienza en sus costas y culmina en sus cumbres.
Una de las salas está dedicada a la visión del exterior y de los viajeros, desde Plinio El Viejo y Jean de Bethencourt a Verneau u Olivia Stone, además del recuerdo del paso en su cuarto viaje a América de Cristóbal Colón, que recaló en este litoral arenoso para hacer acopio de leña y agua salobre.
Los calados, bordados y el trabajo de hilanderas y tejedoras también traspasaron fronteras e hicieron fama en Inglaterra, Estados Unidos, Alemania y Francia, sobre todo en los albores del siglo XX, quizás porque se asemejan a veces a constelaciones, además de por la belleza y simetría de sus diseños geométricos.
En un rincón brillan los cuchillos canarios, llamados ‘nifes’, un canarismo derivado de la palabra inglesa ‘knife’, y cuya particularidad radica en su mango de anillas de cuerno de vaca o carnero con la incrustación de láminas de metal. Guarecidas y protegidas en vitrinas, sus hojas ya no pueden cortar quesos curados, ni panes de horno de piedra, tampoco cabos. En este lugar dorado, solo hiende la noche la fugacidad del faro.
Datos prácticos
Dirección: Plaza del Faro, 15
(35100) Maspalomas
Horario: De lunes a Domingo de 10:30h a 17:00h
Accesibilidad: Se ha puesto especial hincapié en la supresión de las barreras de comunicación y arquitectónicas. Por este motivo, se ha habilitado cartelería en braille y archivos multimedia subtitulados en varios idiomas. En esta misma línea, se han expuesto también objetos con diferentes texturas para que puedan tocarse.
Visitas Guiadas: El horario de las visitas guiadas será de 10:30 a 14:30 horas, los martes, jueves y sábados. El número máximo del grupo será de 15 personas y, si son menores, deber ir acompañados al menos de un adulto. Puede llamar al 928 772 445, o escribir a visitasguiadasfaromaspalomas@fedac.org En el email se debe indicar el número de personas del grupo y la hora escogida de llegada, sabiendo que la duración del recorrido es de una hora.
Los turnos de visita son: 10:30; 11:30; 12:30; 13:30 horas, martes, jueves y sábados.
Punto de Información Turística: El Centro Etnográfico cuenta con un punto de información para los visitantes foráneos y locales. El Cabildo de Gran Canaria ha establecido este espacio para dar servicio al turismo ofreciendo orientación sobre las localidades, eventos y centros culturales que se desarrollan en la isla, con la finalidad de dar a conocer la riqueza de recursos con las que cuenta el territorio.
Tienda de artesanía: Aquí se pueden adquirir piezas artesanales elaboradas en Gran Canaria y contribuir de este modo a preservar oficios que cuentan con una larga tradición y que llevan el sello de lo auténtico. El abanico de productos va de los cuchillos canarios a la alfarería, pasando por los pañuelos pintados a mano o los calados, entre otras muchas opciones.
Recursos: Para configurar y dotar de la mayor calidad y cantidad de contenidos, se ha recurrido a la rica y variada producción artesanal existente en los fondos del Cabildo de Gran Canaria, custodiados por FEDAC, Fundación para la Etnografía y Desarrollo de la Artesanía Canaria, organismo autónomo de la Consejería de Industria, Comercio y Artesanía del gobierno insular. Hay aproximadamente mil objetos expuestos y se ha recabado, además, toda información relativa a las artesanías existentes en las diferentes fuentes documentales externas, con especial énfasis en aquellos escritos realizados por los diferentes viajeros que pasaron por Canarias y describieron escenas del mundo tradicional.
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