El faro de Maspalomas alumbra el futuro
El Faro de Maspalomas en Gran Canaria proyecta abrir una tienda de artesanía, un museo y un punto de información turística.
El Faro de Maspalomas lanzó al cielo su primer destello una noche de 1890. Más de 125 años después, esta emblemática muestra de la ingeniería civil insular en el sur de Gran Canaria se prepara para brillar con nueva luz gracias al proyecto que permitirá abrir al público una tienda de artesanía y un punto de información turística. Además, se restaurarán las dependencias donde vivía el farero antes de la mecanización del dispositivo y las estancias donde se conserva la antigua maquinaria, una auténtica pieza de museo.
De este modo, Maspalomas y el frente marítimo de Meloneras contarán con un nuevo foco -nunca mejor dicho- de interés turístico que servirá de complemento al frente marítimo y paseo de Meloneras, transitado a diario por miles de personas que acuden a disfrutar de las vistas del océano, de la oferta de comercio y restauración y de las puestas de sol. Definitivamente, la luz en sus más variadas manifestaciones reina en el sur de Gran Canaria.
Las obras, adjudicadas por la Consejería de Artesanía del Cabildo de Gran Canaria con un presupuesto de 1,4 millones de euros, dejarán espacio en la vieja torre para mostrar a los turistas y al público en general el trabajo de los artesanos y artesanas de la isla. El proyecto contempla en una segunda fase la creación de un museo etnográfico gestionado por la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac).
Además, y aprovechando la ubicación estratégica del Faro de Maspalomas, la actuación contempla la instalación de un expositor del Patronato de Turismo donde se ofrecerá información en varios idiomas y se darán todo tipo de detalles sobre los múltiples puntos de interés de Gran Canaria en uno de los epicentros turísticos insulares. La torre, tras más de un siglo orientando a los navegantes, afronta de este modo una nueva travesía dentro de su luminosa historia.
El Faro de Maspalomas cuenta con la categoría de Bien de Interés Cultural y se construyó a finales del siglo XX en base a un diseño del ingeniero grancanario Juan León y Castillo. Su figura se levanta más de cincuenta metros, fruto de casi tres décadas de obras. En aquel entonces, el faro se erguía sobre un paraje deshabitado y para su construcción fue necesario disponer un muelle para la descarga de los materiales.
El Faro de Maspalomas sirvió de guía a finales del siglo XIX y buena parte del siglo XX a los barcos que cubrían las rutas entre Europa y América y era de hecho la única e imponente construcción al final de una larga línea de arena que comenzaba en lo que ahora es Playa del Inglés y se cerraba en las cercanías del Oasis de Maspalomas. Con el tiempo el Faro vio cambiar el paisaje a su alrededor, sobre todo con la llegada del fenómeno del turismo. Ahora, firme y orgulloso, sigue adaptándose y preparándose para el futuro.
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Audioguía del Faro de Maspalomas
Playa de Maspalomas