El futuro gira y gira en Gran Canaria
La costa de Gran Canaria acoge el primer aerogenerador marino de España, dotado además de una tecnología única en el mundo.
La nueva hija del viento vive en la costa este de Gran Canaria y se llama Elisa, el resultado de un ambicioso proyecto (Elisa-Elican) que ha puesto en marcha en la isla el primer aerogenerador eólico marino instalado en España y también el primero del sur de Europa con cimentación fija. Además, este prototipo también es pionero a escala mundial por el uso de una tecnología de vanguardia que permite su montaje, traslado e instalación en aguas profundas sin necesidad de grandes barcos o grúas marinas, reduciendo así los costes y abriendo nuevos horizontes para las energías renovables.
Por lo tanto, los nuevos aires para el sector de los aerogeneradores marinos soplan desde Gran Canaria, circunstancia que sitúa a la isla en el centro del mapa de la experimentación de las energías limpias. El aerogenerador levanta su imponente figura en la zona de pruebas de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), donde se testan las prestaciones de un gigante de 273 toneladas de peso, 132 metros de diámetro y unos 160 de altura, treinta de ellos sumergidos bajo las aguas este rincón del Atlántico.
Elisa es un titán que habita entre el cielo y el mar y que convierte a Gran Canaria en punta de lanza para el avance de la aerogeneración marina, donde se han depositado grandes esperanzas. De hecho, el viento es más constante y sopla con mayor fuerza en áreas marinas, así que su aprovechamiento se puede acometer de una manera más eficiente de la mano de prototipos como Elisa. El futuro gira y gira en la isla.
El proyecto Elisa-Elican cuenta con financiación de fondos europeos procedentes del programa Horizonte 2020 y está impulsado por un conglomerado de empresas punteras liderado por Esteyco y donde se han involucrado también, Gamesa, Ale Heavy-Lift y Dewi-Ul.
El modelo experimental Elisa se ha convertido en una realidad tras siete años de investigación y, entre otras prestaciones, busca explotar las posibilidades de industrialización y economía que ofrece el hormigón prefabricado en construcciones repetitivas como las que se dan en un parque eólico, así como la robustez y durabilidad de este tipo de estructuras en el exigente medio marino.
La innovación avanza a favor del viento desde Gran Canaria. Y lo hace a múltiples niveles. Así, la torre telescópica supone igualmente una gran innovación tecnológica, pues permite la auto-instalación de la estructura (se despliega al modo de una antena de radio de las de toda la vida) y el montaje completo de componentes en puerto, para reducir las operaciones marinas, muy costosas y dependientes de las condiciones climáticas.
Eolo era en la mitología griega el dios del viento, hijo de Poseidón, dios de los mares. Ahora, en Gran Canaria, ambos se abrazan en la vida real, allí donde el océano se deja acariciar por los vientos. A escasa distancia, en tierra firme, en dirección norte, la escultura El Tritón da la bienvenida a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria soplando una enorme caracola. El mar y el cielo siguen siendo los mejores guías de la isla.