El museo de la primavera abre sus puertas
La eterna primavera de Gran Canaria se acentúa en esta época del año con una eclosión de vida.
Dice el calendario que es primavera, pregonando que ha quedado atrás el invierno. Gran Canaria escucha y se sonríe, porque aquí la primavera es una habitante más de la Isla durante todo el año. A la abeja negra vestida de finos ropajes leonados nunca le falta una flor que libar ni motivos para emprender el vuelo e impregnar el aire con su zumbido.
En Gran Canaria la primavera es un acento, unas líneas subrayadas en su cuaderno de campo y una invitación a detenerse en una colorida eclosión de vida que se produce antes que en cualquier otro lugar de Europa. Porque, en efecto, existe un modo de adelantar el calendario y la llegada de la estación primaveral: venir a Gran Canaria.
Esta peculiar primavera sin tregua se manifiesta ahora con especial belleza. La generosa naturaleza insular toma el pincel entre sus manos y dibuja paisajes repletos de flores que se abren, de hojas que se multiplican o de pájaros que se sumergen en la verde espesura para preparar los nidos donde nacerán los nuevos inquilinos de la eterna primavera de Gran Canaria, donde crecen más de cien plantas que sólo viven en sus llanuras, riscos y laderas.
Insiste el calendario en que es primavera. Los antiguos pobladores de la Isla sabían de su llegada cuando lo anunciaban los astros. En la actualidad, decenas de personas acuden cada año al llamado Túmulo del Rey para comprobar cómo los primeros rayos de sol del equinoccio de primavera inciden directamente sobre este yacimiento prehispánico desde lo alto del Risco de Amurga.
El pintor Néstor de la Torre dejó inconclusa su Poema de la Tierra, que incluye un óleo dedicado a la primavera. Sin embargo, la naturaleza de Gran Canaria a la que quiso homenajear el artista se ha confabulado para concluir la obra día tras día, año tras año, primavera tras primavera. Basta con adentrarse en la Isla para apreciar el extraordinario resultado de su obra. El museo primaveral ha abierto sus puertas. Pasen y vean.