Fiesta de la Virgen de la Cuevita en Gran Canaria
Las fiestas de la Virgen de la Cuevita de Artenara enlazan con la rica tradición ligada a las casas cueva de la cumbre de Gran Canaria.
Artenara, en la cumbre de Gran Canaria, vive conectada a la piedra. Es una localidad en permanente comunión con las entrañas terrestres. De hecho, en este pueblo de honda tradición se ha vivido en cuevas y en ellas ha tomado forma una rica y exclusiva tradición artesana, alfarera, culinaria y campesina. Además, una buena parte de las construcciones modernas son extensiones de las antiguas casas cueva.
Y la fe, como un manantial, también brotó en las cavernas y entre sus paredes continúa resonando. Por todo esto, a nadie debe extrañarle que la localidad rinda culto a la Virgen de la Cuevita, que debe su nombre al lugar donde se cobija. Porque la Patrona, como el resto del vecindario, vive a su manera en una cueva practicada en la toba volcánica.
A lo largo de décadas, las gentes del pueblo tallaron la roca hasta disponer un altar, un coro, un púlpito y un confesionario a la altura de los merecimientos de esta talla de madera de apenas ochenta centímetros de alto que, sin embargo, ha sido capaz de horadar montañas gracias a la devoción que ha despertado a lo largo de los siglos en este vértice de Gran Canaria que araña el cielo a más de mil doscientos metros de altura.
En Artenara, tener el corazón de piedra significa justo lo contrario que en cualquier otro sitio. Este fervor y este carácter mezcla de pasión y entrega -la única combinación que hace posible la prosperidad de una sociedad en un lugar tan bello como extremo- alcanza su cima el último domingo de agosto (el día 27 en el caso del año 2017).
Ese señalado día, la Virgen de la Cuevita abandona temporalmente su pétrea morada para ser llevada en volandas hasta la Iglesia de San Matías donde es honrada durante horas, hasta que cae la noche y regresa a su particular casa cueva, como cualquier hombre o mujer de Artenara, aunque en su caso Ella es eterna. La Señora regresa entre fuegos artificiales y antorchas que la iluminan en su camino de vuelta al hogar troglodita.
La Virgen de la Cuevita es la Patrona de las agrupaciones folclóricas y de los ciclistas de Gran Canaria, razón que explica la presencia en el programa oficial de las fiestas de 2017 de la cuadragésimo segunda Subida Cicloturista a Artenara, evento que se desarrolla el sábado 19 de agosto con llegada prevista a la una de la tarde. Ya de noche se celebrará uno de los grandes encuentros anuales de música popular de Gran Canaria, ‘Una noche en Artenara, con amigos de José Antonio Ramos’, que contará con la presencia de grandes intérpretes, caso del famoso timplista Domingo Rodríguez ‘El Colorao’.
Un día antes se inaugura la exposición acertadamente denominada ‘Artenara, un rincón entre las nubes’, con obras de Francisco Ortega. Estos cielos y el sobrecogedor paisaje al que se asoma Artenara, provocaron que el insigne escritor y filósofo Miguel de Unamuno definiera esta visión como una “tempestad petrificada”. El mirador que lleva su nombre recuerda su paso por la cumbre y la impresión que causó en su mirada y, más allá, en la profundidad de su alma. Es lo que puede pasarte si subes a Artenara.