Gran Canaria presume de playas con bandera azul
Gran Canaria hace ondear la Bandera Azul en un total de 14 playas de la isla.
El jurado internacional ha reconocido con este distintivo a un total de catorce playas de Gran Canaria, que se convierte en la isla de Canarias con el mayor número de galardones. Este reconocimiento lo concede la Fundación Europea de Calidad Ambiental tras analizar parámetros como la calidad del agua, la gestión ambiental, la seguridad y los servicios y la información que se ofrece al usuario.
Y Gran Canaria ha sacado un sobresaliente en el examen. Ahora cogemos la toalla, la sombrilla y la protección solar y nos vamos a conocer -uno a uno- cada uno de estos rincones del litoral, todos ellos con un marcado carácter propio, reflejo de la diversidad paisajística insular.
Playa de Las Canteras: La ciudad de arena
El cinturón dorado de Las Palmas de Gran Canaria conforma una de las mejores playas urbanas del mundo. Aquí encontrará más de tres kilómetros de fina arena, tiendas, aguas transparentes, restaurantes, peces y terrazas. El bullir de la vida se mezcla en sus orillas con el suave oleaje del atlántico. A escasa distancia de la orilla, la Barra, el arrecife natural que protege a la bahía, enmarca en piedra y sobre un lienzo azul momentos inolvidables en la ciudad de arena.
Playa de Arinaga: Donde la vida brilla
Los vecinos que caminan a diario por el paseo de Arinaga están acostumbrados a ver cómo el sol saca esquirlas de luz al mar y a la arena. Porque todo resplandece en esta esquina de la costa de Gran Canaria. Una escultura representa a un niño que regresa a tierra con dos pulpos. En el muellito, a tiro de piedra, hay otra escultura: la de un pescador en bronce. Y también hombres de carne y hueso que pescan y charlan. Las terrazas de los restaurantes son el mirador perfecto sobre estos pedacitos de luminosa vida
Playa de Maspalomas: El espejismo se hace realidad
Las dunas tienen la forma de los sueños. Maspalomas parece un espejismo de montañas doradas y azules imposibles. Pero su verdadera magia reside en que es real y está ahí, cobijada en el Sur, esperándole. Maspalomas es el corazón de una reserva natural integrada también por el palmeral y una laguna salobre donde las aves del norte de Europa huyen del invierno, como hacen millones de turistas cada año. Y todos llegan volando y se van soñando con volver al lugar que parece extraído de un mundo de fantasía. El faro les marcará el camino de regreso.
Piscina Natural Los Charcones: Los ojos del Atlántico
El océano se deja domar en Los Charcones, en la costa del municide Arucas. Aquí reposa en forma de amplios charcos cristalinos protegidos del oleaje donde los bañistas se confunden con los peces. Existen amplias explanadas a las que también se asoman restaurantes con terrazas con vistas al mar. Las viejas lenguas volcánicas se han convertido en el hábitat de cangrejos, burgaos y otros crustáceos marinos que también disfrutan de este enclave donde el océano Atlántico descansa e invita a descansar mientras nos mira con sus ojos azules.
Playa de Sardina: Territorio entre dos reinos
Los fondos de la costa de Gáldar esconden tesoros. Su litoral también lo hace. Sardina de Gáldar es uno de esos lugares a medio camino entre la costa y el mar, un espacio anfibio que invita tanto a bañarse en sus aguas como a descubrir los bares y restaurantes de la zona, cuyas cartas y menús también están ensalitrados y repletos de sabrosas maravillas océanicas, como recién salidas también del agua. Los que entran y salen del gran escenario azul son los submarinistas, que regresan siempre con una mirada sorprendida. Una mirada que se parece a la de aquellos que se maravillan con el rojo atardecer o a la del niño que acaba de descubrir un nuevo pez en el pequeño charco intermareal.
Playa del Inglés: Paseos por el cielo
El Inglés es una playa amable y gentil, siempre atenta a las necesidades de sus visitantes. Si quieres descansar y tomar el sol te ofrece un mullido trozo de fina arena solo para ti y los tuyos. Si quieres pasear tienes kilómetros de arena por un peculiar sendero que aparece y desaparece en función de si la estela de la ola sube o baja. Un secreto: esta lámina de agua refleja los colores del atardecer y entonces sentirás que paseas por el mismísimo cielo. ¿Un café? ¿Un helado? ¿Un restaurante oriental? ¿De comida típica canaria quizás? No hay problema, está todo a un minuto. En Playa del Inglés todo es tan fácil como caminar por los cielos.
Playa de Salinetas: diseño natural
Su arena oculta una miríada de minúsculas partículas minerales que se revelan con el sol. Dos brazos de piedra volcánica abrazan y protegen el arenal. Las bajas de piedra crean otro micromundo de breves charcos. Un paseo recorre su perímetro, como un moderno collar. Las casas de colores se suman al espectáculo diario de Salinetas, en perfecta combinación con el elegante traje de finas arenas diseñado por la naturaleza.
Playa del Puertillo: Respirar paz y salitre
Volvemos a la costa norte en la ruta por el sorprendente litoral de Gran Canaria. En esta franja los surferos narran historias de olas legendarias, alguna de las cuales cuenta incluso con nombre propio. Los que simplemente quieren sumergirse con tranquilidad y disfrutar de un plácido día de playa encuentran el refugio perfecto en El Puertillo. Por eso nos detenemos aquí, en esta pequeña bahía de la tranquilidad que remata un pueblo donde se respira la calma. Y, sí, lo que huele tan bien es un delicioso pescado fresco.
Playa de Meloneras: Un paso más allá en el Sur
La playa de Meloneras posee una personalidad propia. Marca el territorio y lo convierte en algo exclusivo. Si se viene desde el Faro de Maspalomas, esta zona se abre a una nueva dimensión en el siempre vibrante Sur de Gran Canaria. Meloneras es la elección de los que siempre quieren ir un paso más allá. Y dar ese paso merece siempre merece la pena. Meloneras lo demuestra.
Playa de Hoya del Pozo: Un matiz salvaje
¿La ven? Allá, donde parecía que no había nada, se hiergue una nueva Bandera Azul. Al llegar se muestra ante nuestros ojos una playa en forma de concha que supone un matiz salvaje en la generosa e inagotable costa de Telde. La arena es una seda delicadamente tejida por los elementos de la Naturaleza cuando no existían las prisas. Quizás por eso el lugar parece detenido en el tiempo y los roques que rematan sus extremos son un paréntesis donde sólo se pueden escribir palabras como relajación, brisa, espuma o sombrilla.
Playa del Burrero: El mapa sentimental
Playa del Burrero: El mapa sentimental
El Burrero, la playa de bronce del municipio de Ingenio, es en realidad un mapa biográfico y sentimental de la gente que ha hecho uso de este arenal rematado al norte por los diez metros de altura del Roque, un aliento volcánico frente al Atlántico donde se cobijan los bañistas. Cada rincón posee su propia historia. Y un nombre. El Roque es un micromundo con zonas como la Bartola para lanzarse al mar, la Aguaiza para tomar el sol y conversar o la Marfea, en la parte trasera, para bucear cuando las condiciones lo permiten. Un cartel identifica la zona para la práctica del windsurf y el kitesurf. Pero, si pregunta, le dirigirán con mayor precisión al Pico Nuevo, al Muellito o a La Baja. En realidad, El Burrero es mucho más grande que el medio kilómetro que ocupa.
Playa de San Agustín: La playa que te hace sonreír
Las olas llegan alegres y sonoras a San Agustín. La gente también lo hace. Hay una sintonía entre lo que sienten los humanos y lo que transmite la naturaleza. Este espacio es un parque temático playero, porque reúne todo lo que se le puede pedir a una playa. San Agustín es una de las antesalas del prodigioso y soleado sur de Gran Canaria. Su nombre es parte por derecho propio de la historia del turismo en Gran Canaria. Y hoy en día su mera mención evoca en la mente la imagen de una toalla, una sombrilla y esa sonrisa con la que uno llega y se va.
Playa de Melenara: Bajo la protección de Neptuno
Neptuno nos da la bienvenida a Melenara. Esta escultura de más de cuatro metros de alto nos recuerda que nos adentramos en un reino que tiene sus propias reglas. Una de ellas es la pausa. Pausa para sentir el calor de la arena. Pausa para sentir la caricia del mar en los pies. Y, por qué no, una pausa para acercarse a alguna de las terrazas y disfrutar de un cherne, un abae o una sama roquera. Melenara se encuentra cerca de Las Palmas de Gran Canaria, cerca del Sur y justo en el centro de lo que necesitas en este momento.
Playa de La Garita: Otra perla
Otra de las perlas de la costa teldense, en la vertiente sureste de Gran Canaria. De algún modo, todos los caminos de la zona conducen a La Garita a través de un paseo donde se disponen bancos que incitan a detener las manecillas del reloj y contemplar la majestuosa simplicidad marina. Está flanqueada por franjas rocosas donde se crean charcos intermareales que amplían el espectro de posibilidades de un enclave al que siempre se llega a la hora justa.
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Playas de Gran Canaria
Actualizado en 2019