Su presencia en la isla y la propia elección de Gran Canaria subrayan sus múltiples posibilidades, un abanico que queda de manifiesto en un apasionante programa que incluye noches bajo el firmamento en la cumbre, días dorados y azules en la playa de Maspalomas, visitas al Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada y al casco histórico de Vegueta en Las Palmas de Gran Canaria, la asistencia a festivales folclóricos y múltiples rutas de senderismo y sesiones en plena naturaleza. Todo lo que necesita un scout para soñar y sentirse realizado. Y también un claro guiño para el turismo familiar y activo.

“El gran atractivo de Gran Canaria guarda una relación directa con ese carácter tan repetido pero absolutamente cierto de su condición como ‘continente en miniatura’, además de por su clima”, subraya Luis Fernando Martín, presidente de los Scouts en Canarias y coordinador del EsJamboree que se desarrolla en la isla con campamento base en la laguna de Valleseco.

“Tener la posibilidad de disfrutar del campo y de la playa en un mismo lugar es algo fundamental para el turismo al aire libre. Nosotros, además, apostamos por una educación integral”, resume. Por lo tanto, Gran Canaria también es un gran destino para un scout y para cualquier con una mente abierta, soñadora y aventurera.

Estos tres mil exploradores de mundos posibles y sueños por cumplir regresarán a casa con una fotografía panorámica de Gran Canaria grabada en el disco duro de su memoria. Durante su estancia visitarán y llevarán a cabo todo tipo de actividades en la playa de Las Canteras, las Alcaravaneras, Maspalomas, Vegueta, Agüimes, Arucas, Teror, Telde, Gáldar, el Roque Nublo, el Pico de Las Nieves, los Llanos de la Pez, la Cruz de Tejeda, Madrelagua, Caldereta, la finca de Osorio, la Caldera de los Marteles, El Saucillo, La Culata, el Roque Bentayga, Los Tilos de Moya o Los Granadillos, entre otros espacios insulares emblemáticos.

Estos tres mil buscadores de tesoros descubrirán que aquí es posible dormir arropados por pinares y bosques de otro tiempo y dejarse acariciar por la brisa marina frente a un océano que arrastra miles de historias. Saborearán el gofio, los quesos de sabor tan profundo como los grandes barrancos que cruzan la isla, escucharán canciones tradicionales interpretadas con timples y guitarras y se adentrarán en el pasado insular, convirtiéndose así en embajadores y embajadores de esta tierra donde todo es posible. 

Los jamborees y el Movimiento Scout pregonan valores ligados a la amistad, la paz, el respeto entre culturas o el cuidado del medio ambiente, conceptos que esta vez multiplican su fuerza por tres mil miradas, tres mil ilusiones, tres mil corazones y tres mil gargantas.

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