La Liga de fútbol se vive en Gran Canaria
La presencia de la UD Las Palmas en la élite permite disfrutar en Gran Canaria de los mejores jugadores del mundo y de un espectáculo único en la grada.
¿Dónde y cuándo comienzan los sueños? Esta pregunta tiene a veces respuestas muy concretas. En el caso de la UD Las Palmas, los aficionados al fútbol de Gran Canaria empezaron a soñar en 1949, cuando la fusión de varios clubes dio lugar a un equipo que se ha convertido en una de las señas de identidad de la Isla. Casi siete décadas después, el arranque de la Liga, la estelar competición de primera división del fútbol español, vuelve a desatar pasiones y ofrece la posibilidad de disfrutar de un espectáculo deportivo y social de enorme magnitud.
Estar en Gran Canaria significa tener acceso a la mayor galaxia futbolística conocida. Un vistazo al calendario de la temporada 2016-2017 permite comprobarlo. El Real Madrid, el conjunto que puso de moda el término ‘galáctico’ en el fútbol, visitará el Estadio de Gran Canaria el día 25 de septiembre para enfrentarse a la UD Las Palmas. Será una oportunidad para ver de cerca las evoluciones de Cristiano Ronaldo, Bale o Benzema. Otro conjunto plagado de extraterrestres futbolísticos, el FC Barcelona, se desplazará hasta Gran Canaria el 14 de mayo de 2017. A bordo del avión viajarán seres que a veces parecen de otro planeta, como es el caso del argentino Leo Messi o del brasileño Neymar.
Gran Canaria forma parte de esa constelación de estrellas entre los meses de agosto y mayo. Comprar una entrada para uno de los partidos en casa y traspasar las puertas del Estadio de Gran Canaria supone mucho más que ir a un partido de fútbol. Es sumergirse en una marea humana amarilla y en parte de la esencia de la sociedad grancanaria. Son dos horas para comprobar la comunión existente entre el público y la UD Las Palmas, en cuyo primer equipaje brillan los colores representativos insulares: el amarillo de la camiseta y el azul de los pantalones.
La Unión Deportiva Las Palmas reúne varios rasgos asociados al estilo de vida y al carácter de los grancanarios. Es un equipo donde se dan la mano el talento de la cantera y los fichajes internacionales, un reflejo de una sociedad abierta pero que no renuncia a sus señas de identidad ni a sus valores. Por eso mucha gente le sigue llamando con cariño ‘el equipillo’.
Y toda esa filosofía sigue girando alrededor del balón cada vez que el árbitro da por iniciado un partido. Una de las estrellas del equipo, Jonathan Viera, es un joven nacido en Las Palmas de Gran Canaria y criado deportivamente en las categorías inferiores del club. Junto a él brillan otras estrellas de la cantera y jugadores de las más diversas procedencias. El reciente fichaje de Kevin Prince Boateng, procedente del AC Milan y con doble nacionalidad alemana y ghanesa, en cuya selección es internacional; del portugués Hélder Lopes y del croata Marko Livaja confirman la vocación universal del equipo amarillo.
Una vez dentro del recinto, el espectáculo se desarrolla tanto a pie de campo como en la grada. El grito de ánimo, el ‘pío pío’, es la banda sonora de las tardes y las noches del Estadio de Gran Canaria. Con este sonido de fondo, cobra mayor sentido la apuesta de la UD Las Palmas por el fútbol refinado, de toque, propio de un estilo forjado generación tras generación en la arena de las playas de la Isla.
Envueltos en sus bufandas y en sus camisas amarillas, hombres y mujeres octogenarias comparten espacio con niños y niñas en cuya mirada sigue brillando intacta, tantos años después, aquella ilusión insular nacida en 1949. El balón vuelve a estar en movimiento. Igual que Gran Canaria, la isla que no cesa.