Los 5 enigmas del Roque Nublo
El Roque Nublo, uno de los símbolos naturales de Gran Canaria, te aguarda en las alturas para que desveles sus misterios.
1. ¿De qué están hechas las piedras? El primer misterio resuena de piedra en piedra y de roca en roca. ¿De qué están hechas las piedras de la cumbre de Gran Canaria? Es más, ¿de qué se conforma el propio Roque Nublo, el gran emblema de la isla? El fuego y el tiempo tienen la respuesta. Este espectacular monolito de alrededor de ochenta metros de alto y situado a más de mil ochocientos metros de altura es el testigo petrificado de la explosión de un estratovolcán acontecida hace varios millones de años. El escultor más paciente que existe, el tiempo, esculpió las cenizas y demás piroclastos petrificados hasta modelar la figura del Roque Nublo que contemplamos hoy en día.
2. ¿Dónde están las nubes? Ascender al Roque Nublo pone a prueba nuestros sentidos y nuestra percepción más rutinaria y cotidiana de la realidad. Es lo que sucede cuando nos despojamos del estrés del día a día y nos adentramos en la naturaleza. Aquí todo es posible. Por ejemplo que comprendamos de pronto que las nubes, cuando las hay, e incluso las aves, ya no están sobre nosotros, sino a nuestros pies. Es otro de los trucos de magia que practica el Roque Nublo para sorprendernos.
3. ¿Sigo estando en el planeta Tierra? Llega un momento en el que la excursión al Roque Nublo nos provoca la extraña sensación de abandonar el planeta Tierra y de habernos adentrado en un mundo extraño y lejano que nos recuerda a las imágenes de la Luna o de Marte que forman parte de nuestro imaginario. Sucede sobre todo al alcanzar El Tablón, la enorme e impactante explanada pétrea en cuyo extremo norte se levantan el Roque Nublo y su fiel escolta, La Rana. Puede imaginar tranquilamente que está en la Luna, si así lo desea. Pero no se olvide de respirar el aire puro de la montaña. Aquí sí puede hacerlo. Es una pequeña ventaja terrestre dentro del paisaje lunar.
4. ¿Le puedo hacer caso a lo que ven mis ojos? El Roque Nublo sorprende cuando todo es exactamente lo que parece: la majestuosidad de los paisajes, la belleza de las vistas, el sendero que serpentea por el bosque de pino canario y trepa hacia lo alto… Pero también sorprende cuando las cosas no son lo que parecen. Las columnas de piedra ofrecen en ocasiones formas tan caprichosas que, según el ángulo, nos llevan a engaño. Por eso se llama así el Roque Fraile, una escarpadura que encontramos en la subida hacia el Nublo y que recibe ese nombre porque se parece a un monje en la clásica postura de orar. Ya te puedes frotar los ojos y seguir el camino. Un nuevo misterio ha sido revelado.
5. ¿Hacia dónde debo mirar ahora? Buena pregunta. Al hacer cumbre y alcanzar la base del Roque Nublo se divisa una de las panorámicas más espectaculares de Gran Canaria, motivo por el que muchos consideran este enclave como el mejor mirador de la isla. La brújula de nuestra mirada no deja de dar vueltas. Quizás lo más aconsejable sea respirar hondo y disfrutar de la sensación de tiempo detenido que reina en las alturas. Verás el Atlántico. Verás barrancos. Pinares, presas y, entre medias, quizás el vuelo de un halcón. Áreas de cultivos. Pueblos que salpican de blanco las laderas escarpadas y mesetas. Gentes que cruzan caminos prometedores. Verás y comprenderás que había motivos de sobra para subir al Nublo y desvelar sus enigmas.