Memorias de un Drag Queen en Gran Canaria
El primer ganador de la gala Drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria saca sus plataformas y sus recuerdos.
Cae la tarde sobre la bahía de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria. Cientos de personas se beben los últimos rayos del sol en la playa, igual que hacen algunos cangrejos en un lugar donde llegan pocas miradas, en una esquina de La Puntilla, allí donde el océano humedece las viejas lenguas de lava volcánica y las hace brillar como si fueran la piel que recubre a un negro y durmiente dragón milenario. Cerca descansan también las barcas marineras, a la vista de los comensales llegados de cualquier lugar del mundo para descubrir a qué sabe una papa arrugada o un taco de cherne.
Es, en efecto, un día más en Las Canteras. De repente, irrumpe en la idílica escena una persona enfundada en una chaqueta de piel (en su caso, no es de dragón) y que carga con una mochila de buen tamaño. En su interior se ocultan dos enormes botas de color negro que en su momento fueron la base de las plataformas para su caracterización como Drag Heaven en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Este hombre que ahora posa orgulloso junto a tan ilustre calzado es Carlos Menéndez, el primer ganador en 1998 del concurso de Drag Queen de la ciudad, certamen que cumple veinte años en la presente edición de las fiestas.
Carlos se mueve entre la arena, las nasas, los barcos, los charcos y las rocas mientras nos cuenta cómo nació Drag Heaven. “Yo me disfrazaba todos los años con materiales reciclados y con un estética Drag”, recuerda. Unos amigos le animaron a presentarse al primer concurso. Entonces estiró los cuernos de un disfraz del año anterior, le puso cola e hizo algún que otro ajuste. Ni él ni nadie eran conscientes entonces de que estaba confeccionando mucho más que un traje. Aquello supondría un verdadero lanzamiento al estrellato y el comienzo de un espectáculo de masas.
Antes de que el público viera lo nunca visto, Carlos tuvo que enfrentarse a alguna que otra dificultad. La elevada altura del atuendo a causa de la cornamenta y las plataformas le impedía ensayar en casa. “Me chocaba con el techo y si me movía corría el peligro de tirar cualquier cosa”, se ríe veinte años después. Hasta que llegó el gran momento. “La gente se volvió loca cuando salí, a mí me dio un subidón y así hasta al final, cuando me rodeó la prensa y me preguntaba por qué estaba la gente tan excitada”, explica.
Por lo tanto, estas dos botas que exhiben su silueta con Las Canteras al fondo han pisado fuerte en la historia del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria y en concreto en el fenómeno de las Galas Drag Queen, que alcanzan hoy repercusión internacional. Aquella vez primera, apenas sí cubrió el evento una televisión local, aunque de algún modo apareció una fotografía de Carlos Menéndez en un periódico holandés.
Algunos de los comensales de las terrazas se han quedado con la boca abierta ante la sesión de fotos protagonizada por Carlos Menéndez. Mejor ni les contamos hasta qué punto se desencajarían de asombro sus mandíbulas si se acercaran hasta los eventos Drag del programa carnavalero de este año.
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Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria