Rostros del paisaje de montaña
La celebración del Día Internacional de las Montañas recuerda la riqueza de los paisajes de altura de Gran Canaria.
Gran Canaria hunde sus pies en el Atlántico. Pero su cabeza busca y encuentra el cielo. El 11 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Montañas, una fecha que permite recordar que las cumbres y montes de la Isla esconden mil y un secretos por descubrir para cualquiera que quiera llevarse una fotografía completa del territorio insular.
Al amanecer, los pastores otean las laderas desde los cerros para divisar los rebaños y las mejores zonas de pasto. Y lo hacen en lugares repletos de restos aborígenes y donde hace miles de años hombres y mujeres trataban de comprender y seguir el rimo de los astros. El pasado y el presente se siguen el rastro.
La riqueza de estos vestigios arqueológicos ha propiciado el plan para la declaración de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña como Patrimonio Mundial de la Unesco. Un reto de altura justificado por los altísimos valores históricos y etnográficos que albergan estos espacios.
En los montes de Gran Canaria se conservan extensiones de laurisilva, el bosque antiguo que aquí sobrevive al tiempo. Entre sus ramas y también entre los pinares, los dragos y los palmerales habitan aves también únicas. Porque la palabra ‘único’ rara vez se utiliza en vano en este lugar.
La personalidad montañosa de Gran Canaria ha definido su carácter y multiplicado su biodiversidad. En el Sur muestra un rostro casi desértico de belleza prácticamente desnuda, envuelta apenas por un velo de luz del que casi nunca se desprende. En la vertiente norte, en cambio, las montañas se visten de verdes y hermosos ropajes.
Decenas de picos superan los mil metros de altura en Gran Canaria, contemplados todos desde lo más alto por el Pico de los Pozos de la Nieve. Por eso en algún lugar de la isla siempre es el día de las montañas.
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