San Juan, la llama de la vida
Gran Canaria aúna fuego, mar, fiesta y tradición en la celebración de la Noche de San Juan.
Las noches más cortas del año son también las más intensas si estás en Gran Canaria. El mar, la luna y el fuego se fusionan en la isla en la víspera de la festividad de San Juan, cada 23 de junio, para vivir un ritual anual de alegría, esperanza y purificación que se celebra con especial intensidad en este rincón del Atlántico donde los elementos de la Naturaleza y las gentes de Gran Canaria dan lugar a una velada inolvidable donde lo primero que arde es el aburrimiento.
Los grancanarios se han reunido durante siglos alrededor de las hogueras de la Noche de San Juan como símbolo primordial de la renovación y donde arde todo lo innecesario. La celebración posee un significado especial para la capital insular, Las Palmas de Gran Canaria, pues su fundación oficial está fechada precisamente un 24 de junio de 1478, día del nacimiento de San Juan Bautista. Se ha perdido ya la cuenta de las hogueras que han ardido desde entonces en esta capital oceánica.
En Gran Canaria, los rituales que giran alrededor de la renovación y la fortuna arden en la hoguera, pero también se sumergen en el mar. La tradición marca que bañarse en la Noche de San Juan te puede empapar de buena suerte. Por eso miles de personas se adentran en las aguas bajo la atenta mirada de la luna en una imagen casi onírica que enlaza además con los ritos de los antiguos canarios. El fuego lo quema casi todo, pero los puentes entre el hoy y el ayer permanecen casi intactos en fechas tan mágicas.
La llama de San Juan resulta especialmente intensa en Las Palmas de Gran Canaria, Arucas o Telde, municipios que cuentan con una programación específica con motivo de la festividad, aunque el calor y las chispas sanjuaneras se expanden de norte a sur.
En el caso concreto de Las Palmas de Gran Canaria, los fuegos artificiales ponen un broche de pólvora y oro.
En Arucas, la explanada de un cráter auténtico, el de la Montaña de Arucas, se convierte durante la noche del 23 de junio en un extraordinario volcán de fuegos artificiales. En Telde, otro de los municipios donde se enciende la llama de San Juan, tendrá lugar otra feria de artesanía.
Hay sólo una noche de San Juan, pero tantas creencias casi como hogueras. Hay quien coloca ramas de laurel en las ventanas de casa o queman el papel donde habían escrito sus deseos. En Telde, donde han adoptado a San Juan Bautista como Patrón, existen crónicas que relatan la quema de cardones secos en esta noche breve y asombrosa donde lo que damos por imposible también parece consumirse entre las llamas.