Testimonio directo: primer día aprendiendo surf
¿Cree Ud. que hacer surf es sólo para superdeportistas olímpicos? Quizás se equivoque. Déjenos contarle el relato de lo que vimos el primer día de un grupo de surfistas en ciernes.
Declaraciones exclusivas de los protagonistas al entrar en acción:
1) “Al aaaaguaaaa!!!”. Grito de Jorge, de 10 años, uno de los 120 niños en una de las escuelas de surf de la playa de Las Canteras. Son declaraciones en primicia recogidas tras un momento de emoción, propiciado por el remojón de la mañana. Tras la señal del monitor dando el comienzo de la jornada, vimos a Jorge salir disparado junto a los miembros de su grupo. Todos con tabla bajo el brazo, batiendo la espuma blanca con el alboroto. Allí estuvieron a la espera de su propia ola, entre revolcones e intentos de poner en práctica los movimientos que les habían enseñado. Los monitores, a pie de orilla, van corrigiendo a los pequeños, o animando, según convenga.
2) Adrián Marrero, 9 años, sale del agua con la respiración agitada. Ha empleado un buen rato en intentar ponerse de pie sobre la tabla. Tras lograrlo se ha llegado hasta la orilla, donde está su monitor, a quien consulta dudas en la arena. Es la segunda vez que participa en el campus de verano y lo explica así: “Me encanta el surf, pero aquí practicamos otros deportes como el skate y el bodyboard. Son deportes de deslizamiento y así aprendemos más. Pero el surf es mi favorito, por eso me apuntaron mis padres”.
3) Andrea Díaz, 12 años, nos explica también lo del deslizamiento. Y asegura, “El equilibrio que aprendo practicando surf me ayuda en otros deportes”.
4) Jorge Rodríguez, 12 años, “Es divertido porque los monitores se van preocupando por nosotros y es la mejor manera de estar en el agua y de disfrutar de la playa con tus amigos”.
5) Aprendiz anónimo, mientras se quita las aletas, comenta: “Mi objetivo es aprender a hacer un rush” Preguntamos qué es eso del rush. “Cuando estás cogiendo la ola, te subes a la cresta, te das la vuelta y sigues cogiendo la ola. Creo que en una o dos semanas puedo aprender a hacerlo. Aquí vamos cogiendo la técnica y te vas acostumbrando a hacer cada vez un poco más. Como montar en bici, primero pedaleas, luego haces el caballito y de ahí, a lo que aspires”.
6) Elsa Marrero, 13 años y contagiada ya por el surf, cuenta, “Me encantaría dedicarme a esto, ser una de las monitoras y participar en campeonatos. Sueño con ser campeona de surf”.
El ejemplo de los monitores es parte del éxito de las escuelas de surf. Los profesores son deportistas destacados, es fácil encontrarlos surfeando en las playas de la isla. Y esto es lo que permite a los más pequeños ir reconociendo maniobras que aún tienen lejos, pero que están convencidos que algún día van a realizar.
7) Lo explica Oliver, “Yo sueño con hacer un backflip”. Preguntamos sobre eso a Oliver, y nos dice: “Pues eso es una vuelta hacia atrás y seguir cogiendo la ola, pero no es fácil”.
8) Por su parte, Jaime Herrera de 10 años, cierra la ronda de declaraciones muy serio “Me gusta el surf porque da felicidad. Estoy deseando hacer trompos y pegarme algún tubo”.
Abandonamos la playa tras la entrevista a la nueva hornada de surferos. Con declaraciones en vivo y en directo. Tras este rato nos ha dado por pensar que los sueños, la intensidad y la motivación por aprender cosas nuevas, la diversión sana y el respeto a la naturaleza, todo eso forma también parte de los cursos de las escuelas de surf de Gran Canaria. Aunque no venga incluido en el folleto.
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