Vitolo fue uno de esos niños con poderes mágicos que detenía el tiempo en las playas de Gran Canaria. Lo único importante era el balón de fútbol, los amigos y la sensación de que todo lo importante se encontraba sobre la arena. Hoy en día, el futbolista internacional Víctor Machín Pérez (Las Palmas de Gran Canaria, 1989), más conocido como Vitolo, sigue teniendo claro que Gran Canaria es su paraíso.

De hecho, el centrocampista del Sevilla FC se ha convertido en uno de los mejores embajadores de Gran Canaria. Y lo ha hecho porque le surge de dentro, con la misma naturalidad con la que las olas llegan a la orilla. “Yo estoy enamorado de Gran Canaria”, nos dice. Por eso, cuando se le pregunta si echa de menos la Isla su respuesta no nace en su cabeza, sino en algún lugar muy profundo de su ser. “Uuufff”, resopla. Es el lenguaje del alisio. El mensaje ha quedado claro.

Con las botas puestas, Vitolo triunfa por los campos de España y Europa. Cuando se las quita, sus pies sueñan con volver a las playas de su infancia. De hecho, lo hace cada vez que puede. “Me gustan mucho las playas de Amadores, Puerto Rico o Arguineguín”, explica. Además, es un amante de los deportes náuticos, así que en Gran Canaria también encuentra todo lo que necesita para disfrutar del Océano Atlántico. 

Vitolo tiene también una ‘agencia de viajes’ muy peculiar. Su labor se centra en convencer (en realidad, no le cuesta nada) a sus compañeros de vestuario en el Sevilla FC, actual campeón de UEFA Europa League, para que se adentren en su paraíso particular, es decir, en Gran Canaria. Gracias a él, deportistas de élite de la primera división del fútbol español como Nico Pareja o Vicente Iborra han conocido todo lo que ofrece Gran Canaria.

“La verdad es que se lo pasaron estupendamente. Les llevé también a comer por sitios de la costa y se llevaron un recuerdo increíble”, recuerda el deportista grancanario. Para él, que ha sido padre recientemente, una de las grandes ventajas de Gran Canaria para el turismo familiar es la tranquilidad del destino. “Es algo fundamental”, destaca.

La pasión de Vitolo por Gran Canaria no se queda en la orilla. No. Asciende también hasta la mismísima Cumbre, hasta el Roque Nublo, el emblema insular que conoció por primera vez de la mano de su padre. “También me encanta caminar por el barrio de Vegueta”, en Las Palmas de Gran Canaria, añade este joven que va camino de ser patrimonio histórico y turístico de Gran Canaria.