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Blog Oficial de Turismo de Gran Canaria

Mogán

Gran Canaria, proa al futuro en 2020

Gran Canaria encara el año 2020 con una oferta que aumenta en cantidad y sobre todo en calidad a todos los niveles.

Imagina un barco, un barco con el nombre de Gran Canaria grabado en el casco. Cierra los ojos y siente en el rostro una brisa cargada de futuro en la que se mecen las gaviotas que van y vienen del horizonte. También se dejan llevar por ella las aves de paso del invierno, que han venido a buscar un año más el abrazo cálido de la isla. Aparecen y desaparecen como por arte de magia, aunque siempre dejan tras ellas la silueta invisible de una esperanza.


San Gregorio, Telde

San Gregorio, el cuento continúa

El barrio de San Gregorio de Telde, en Gran Canaria, es una apasionante mezcla de historia, arquitectura, comercio y restauración.

El letrero de una pequeña y prometedora tienda que anuncia por igual la venta de artículos musicales y para la pesca sintetiza la capacidad para sorprender y entusiasmar que caracteriza al barrio de San Gregorio, en Telde (Gran Canaria), un carrusel de vida donde importantes bienes patrimoniales y una rica oferta comercial y de restauración se dan la mano para ofrecer al visitante una experiencia envolvente y quizás inesperada en el sureste de la isla.


Los Berrazales

Siglos de sol, café y vinos

La Finca La Laja es una clara muestra de la generosidad y riqueza paisajística del Valle de Agaete, en Gran Canaria.

En lo alto, en los riscos de Tamadaba, despuntan los pinares y el agua que rezuma de la piedra resplandece como un espejo o una lámina de plata bajo el sol. Unos mil metros más abajo, al pie del macizo, en la Finca La Laja, en el corazón del Valle de Agaete (Gran Canaria), Víctor Lugo, miembro de la quinta generación de una familia cuya historia se entremezcla bajo el suelo del lugar con las raíces de los árboles centenarios, invita a tomar de sus manos los pequeños frutos que acaba de coger de los cafetales que crecen a la sombra de los naranjos y viñedos y la escolta de un jardín tropical de mangos, aguacates y guayabos.


Mirador de Unamuno, Artenara

Artenara, punto y seguido en la eternidad

Artenara, en la Cumbre de Gran Canaria, mantiene viva una tradición única ligada al corazón mismo de la roca volcánica y de una pureza cada vez más difícil de encontrar.

El pintor Miró Mainou buscaba la verdad en la luz. Quizás por eso mismo decidió anclar su nave durante más de una década en Artenara, donde la vida se dibuja a diario sobre un lienzo de calmas y transparencias, el escenario de costumbre en un pueblo que habita en la frontera entre el abismo de una colosal cuenca volcánica y las puertas del cielo. Aquí, por lo tanto, se iluminaron los pinceles de Mainou, Premio Canarias de Bellas Artes, que retrató con claros y sombras la esencia de un paisaje en obras como ‘Cumbre’. Hoy en día, un mural realizado por alumnos y alumnas de la Escuela de Arte Superior y de Diseño de Gran Canaria recrea la obra en la fachada de la casa en la que vivió el artista entre 1977 y 1989.