24/08/2018
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Cultura
Cada cuchillo canario que fabrica Francisco Torres supone una pieza única y una muestra de la profunda tradición artesana de Gran Canaria.
Cada cuchillo canario cuenta una historia. Y algunas cortan la respiración con su filo de acero. Rafael Torres Osorio, vecino de Santa María de Guía, en Gran Canaria, se labró merecida fama como artesano cuchillero. Su hijo, Francisco Torres Rodríguez, sostiene con delicadeza un cuchillo capaz incluso de rasgar las costuras del tiempo. “Es el último que diseñó mi padre, en 1992”, revela mientras un brillo de emoción y orgullo se le asoma a la mirada. La empuñadura, una réplica hecha por él, es pura orfebrería a base de cuerno, oro, plata, saber y paciencia.