26/01/2018
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Naturaleza
La palmera canaria forma parte del paisaje y la identidad de Gran Canaria y del recuerdo que te quedará de tu estancia.
Siempre han estado aquí, peinando vientos, procurando sombra, recortando cielos azules con su esbelta silueta. Un grupo de ellas dio nombre a la capital de la isla, Las Palmas de Gran Canaria, hace ya más de cinco siglos. El poeta Bartolomé Cairasco de Figueroa (1583-1610) decía que por aquí eran “altísimas, mucho más que en Egipto las pirámides” y las crónicas de la Conquista referían que “la isla era un jardín, toda poblada de palmas”.