21 de junio, 2024

 ●   El perfil de los consumidores y los turistas ha variado, ahora «para el 80 % es muy importante que las marcas y las compañías respeten el medioambiente».

La sostenibilidad formó parte indiscutible de la última edición de #OVB que celebramos en Gran Canaria el pasado mes de noviembre. Este aspecto tan importante para las empresas turísticas, ocupa especial relevancia en la publicidad y la comunicación de las organizaciones pues, como ya hemos tratado, es un elemento diferenciador que ayuda al posicionamiento de las marcas.

La publicidad sobre sostenibilidad centró la ponencia de Didier Lagae, experto en gestión de la reputación y construcción de marcas, director y fundador de la agencia de comunicación MARCO, quien aseguró que en las nuevas fronteras de la comunicación «interesa y preocupa la sostenibilidad y el turismo sostenible» porque la sostenibilidad «no es una elección, sino una necesidad».

Lagae desveló a todos los presentes las claves para poder analizar la importancia de desarrollar destinos sostenibles y la trascendencia que ello supone para los consumidores y los viajeros que tras la pandemia han modificado sus hábitos y prioridades, viéndose esto reflejado en la forma en la que los destinos tienen que comunicar sus potencialidades. Ahora, según el fundador y director de la agencia MARCO, «el 66 % se centra en la responsabilidad» de las empresas y los destinos en cuanto a sostenibilidad, y «para el 80 % es muy importante que las marcas y compañías respeten el medioambiente».

Es indudable que ahora las empresas centran parte de sus estrategias de comunicación y de responsabilidad social corporativa en comunicar la integración de criterios sostenibles en sus procedimientos, pero, para Lagae, en ningún caso se deben ejecutar bajo el amparo del Greenwashing.

Este término define el comportamiento de algunas corporaciones y firmas «cuando pretenden ser más verdes de lo que son y hacen un discurso sostenible que no se relaciona con la realidad».

Durante su ponencia, Lagae incidió en los peligros que conlleva este tipo de prácticas, asegurando que puede influir en la pérdida de reputación y confianza por parte de los consumidores, provocando una disminución del valor de la marca, entre otros riesgos.