1 Kilo de hígado de ternera cortado en tacos
1 cuchara de postre de cominos
1 cuchara de postre de tomillo
1 hoja de laurel
1 cuchara de café de orégano
2 cucharas de postre de semillas de sésamo
Un chorrito de vinagre de vino
1 cabeza de ajos
2 pimientos rojos asados
2 cucharas de postre de comino
4 hojas de laurel
2 guindillas de pimienta de p. madre
1 cuchara sopera pimentón dulce
2 cucharas soperas de aceite de oliva 04º
Sal
2 cebollas
1/2 vaso de agua
Sal y 1/4 de azúcar
Primero de todo se procede a embarrar el hígado. Se prepara un majado con la cabeza de ajos, dos pimientos rojos asados, cominos, hojas de laurel, guindillas, aceite, sal y pimentón. Embarramos el hígado y lo dejamos macerar durante cuatro horas.
Pasado ese tiempo, freímos el hígado en aceite templado. Lo vamos removiendo y lo rectificamos añadiendo una hoja de laurel, una cucharita de tomillo, otra de cominos y otra de orégano. Finalmente añadimos un chorrito de vinagre. Rehogamos todo hasta que el hígado esté hecho.
Por otro lado, cortamos las cebollas en tiras, las disponemos en una sartén y las caramelizamos al fuego con medio vaso de agua y un cuarto de azúcar hasta que veamos que las cebollas están tiernas y ligeramente doradas.
Presentamos las carajacas con las cebollas caramelizadas por encima y las semillas de sésamo espolvoreadas. Este plato lo podemos acompañar con papitas arrugadas.
Carolina Díaz-Bertrana nos explica de donde nace su receta:
"Este plato está basado en la cocina de mi abuela materna y mi madre. De ellas aprendí lo mejor de su cocina, su sabor y sabiduría. Sin sus sabios consejos no hubiese llegado hasta donde estoy hoy en día. Han sido mis mejores maestras y gracias a ellas mi cocina tiene ese sello tan sabroso.
Con el fin de darle un toque más contemporáneo a esta receta tradicional de la cocina de Gran Canaria, le he querido añadir la cebolla caramelizada para suavizar el amargor del hígado y las semillas de sésamo tostado con el que intento mantener el sabor de antaño, el que me recuerda a mi infancia, cuando molían el millo en casa de mi madre."