Un lugar donde el sonido de los callaos arrastrados por la marea nos recibe entre coloridas casas a los pies del Atlántico. Ubicado en la capital grancanaria, San Cristóbal es un barrio marinero conformado por un núcleo de casas más o menos uniformes asentadas a pocos metros del mar, con una avenida con su paseo y un pequeño puerto que data de 1980.
Este enclave se extiende al sur de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y cuenta con más de 150 años de historia que desprende tranquilidad y tradición.
Los marineros que aún quedan allí son quienes mejor conocen esta costa. Frecuentemente recurren a imágenes antiguas para referirse al lugar. Con ellos, por lo general, es fácil entablar conversación. Te recuerdan tiempos pasados, como cuando se lanzaba el chinchorro, el arte de pesca de arrastre tradicional que quedó prohibida hace años.
También hablan del ‘alga de millo’, que los científicos llaman ‘sargassum vulgare’, que abundaba en esta costa; nos cuentan que se comía en tiempos de hambre. Al igual que el cangrejo blanco y los mejillones que se recogían de las rocas que hoy se hallan casi despobladas. Con todo ello se cocinaban paellas –que cuentan– que no han vuelto a quedar tan sabrosas.
El cuadro hoy es bien diferente, y aunque el lugar sigue siendo una maravilla, sus marineros nos aseguran que este rincón dejó de ser el veril que fue hace tiempo; tanto para las especies marinas, como para sus habitantes.
Era normal bajar descalzo a coger lapas o ‘burgaos’, que no es comparable a pescar en alta mar, la práctica más común en la actualidad. Sin embargo, a día de hoy sus marineros continúan abasteciendo a las mejores pescaderías de la ciudad.
Allí siguen, como siempre, las modestas y coloridas embarcaciones de pesca tradicional, que continúan dando vida a un lugar que siempre fue un enclave estratégico en la ciudad. Hace muchos años lo era desde el punto de vista defensivo, y como muestra queda la Torre de San Pedro, declarada monumento histórico artístico en 1922, conocida popularmente como Castillo de San Cristóbal. Una fortaleza levantada sobre el mar para la defensa y vigilancia de esta entrada a la ciudad.
Hoy en día San Cristóbal destaca por su aspecto pintoresco, auténtico y sencillo. Un reducto de tradición en medio de una gran ciudad abierta y cosmopolita.
Para llegar hasta la capital hay que tomar la GC-1 –si se viene desde el sur o aeropuerto– o la GC-3 –si se viene de otras direcciones– hasta acceder a la Avenida Marítima de Las Palmas de Gran Canaria hasta alcanzar la salida que nos acerca al barrio de San Cristóbal.
Las Palmas de Gran Canaria es la ciudad más importante de la isla con casi 400.000 habitantes. Se trata del mayor núcleo urbano y económico del archipiélago y alberga uno de los puertos más importantes del país.
Destaca su casco histórico con los barrios de Vegueta y Triana. Lugares que desprenden la más auténtica esencia de la historia capitalina. Inspirados en los barrios burgueses de Andalucía e influenciados por las corrientes arquitectónicas que luego llegaron desde América, sus empedradas calles llenas de casas balconadas y sus patios llenos de plantas son la principal estampa de este rincón.
Estos barrios acogen numerosos edificios emblemáticos que nos narran la historia de la ciudad y del archipiélago: como el Museo Canario o el Museo Casa Colón. Y su punto neurálgico es la Plaza de Santa Ana, donde confluyen las Casas Consistoriales de Las Palmas de Gran Canaria y la Catedral de Santa Ana.
Al norte de la ciudad se ubica la gran playa de Las Canteras, un arenal de más de tres kilómetros protegido por una barra de rocas y coral, que convierte sus aguas en ideales para el baño. Se extiende desde el Auditorio Alfredo Kraus hasta el Confital. Es el principal núcleo de la vida urbana de la ciudad. Está frecuentado por muchísimos negocios de ocio y hostelería y es escenario de numerosas prácticas deportivas al aire libre.
Durante los meses de invierno es conocido su popular Belén de Arena, una original representación de los tradicionales belenes navideños que a diferencia de los más convencionales, dibuja diferentes escenas en la arena a lo largo de un recorrido muy original, también en la Playa de Las Canteras.
La ciudad también es parada obligatoria de numerosos cruceros durante la temporada, siendo las zonas de Santa Catalina y la Rambla de Mesa y López algunos de los puntos más transitados por los visitantes que llegan desde el muelle.