Hoy nos desplazamos hasta Cueva Corcho. Nos encontramos en el término de Valleseco, municipio perteneciente a Teror hasta 1842, cuando finalmente se formalizó su independencia –el más reciente de la isla–.
Está ubicado en la cumbre norte de Gran Canaria, a más de 1200 metros de altitud. El topónimo ‘Cueva Corcho’ hace referencia a este lugar donde históricamente abundaban las colmenas. Este rincón al que nos acercamos no es un lugar de robles o alcornoques –empleados tradicionalmente en la elaboración del corcho–, y los que pueda haber en la zona han sido importados.
Es conocido que el vocablo ‘corcho’ es la segunda voz por extensión y frecuencia para designar a las colmenas, las cuales en Canarias se fabricaban ahuecando troncos de palmeras. Todavía hoy es utilizada esta voz en las islas de Tenerife y El Hierro, siendo en esta última donde se conserva la mayor parte de expresiones lingüísticas de siglos pasados.
También es destacable el aprovechamiento de las colmenas en la elaboración de cera para velas de alumbrar, actividad que se desarrolló prolíficamente en los siglos XVI y XVII en el archipiélago, cuando los Cabildos autorizaban el asiento de colmenas o abejeras en suelo público a petición de particulares.
Aunque el cuidado de colmenas y abejas se considera también una actividad ganadera, la verdadera esencia del paisaje de Cueva Corcho es la continua presencia de ovejas que pastan de forma tranquila, escondidas bajo la sombra de álamos, pinos y castaños del lugar. Esta zona es frecuentada además por bancos de nubes y nieblas procedentes de los vientos alisios.
No sólo pastores y ganado transitan esta zona. Este enclave también forma parte de varias rutas para los amantes del senderismo o de los aficionados de la bicicleta de montaña.
Destaca por ser tramo del recorrido de la Transgrancanaria, prueba deportiva que se viene celebrando en la isla desde octubre de 2003, siendo otra estupenda oportunidad de cruzar la montañosa isla en una prueba de gran dificultad.
El paisaje se caracteriza por abarcar barrancos muy encajados, con fuertes pendientes y la presencia de varios conos volcánicos dispersos por la zona, como son la Montaña de Doramas, la Montaña Alta o –más arriba– el Montañón Negro.
Hacia las cumbres los pinares van invadiendo poco a poco el paisaje. Aguas abajo se localizan los mejores ejemplos de monteverde en Gran Canaria, e incluye reductos de laurisilva como los Tilos de Moya.
Todo forma parte del legendario Bosque de Doramas y con motivo de su elevado valor ecológico –siendo, además, parte de campañas de reforestaciones con especies autóctonas con el objetivo de recuperar los paisajes perdidos– ha sido declarado espacio natural protegido integrado dentro del Parque Rural de Doramas.
Para llegar al lugar denominado como Cueva Corcho podemos subir hasta Valleseco y luego pasar por el pago de Lanzarote, hasta llegar al cruce de Cueva Corcho. Como referencia tome el acueducto de la acequia de Crespo que pasa por encima de la carretera, también denominado el Arco de Valleseco.
Una segunda opción nos la ofrece la carretera Arucas-Firgas GC-30 que nos unirá con la GC- 21 procedente de Teror y dirección Artenara. Avanzaremos hasta llegar al cruce donde encontraremos el arco de Cueva Corcho.
Este lugar adquiere una belleza especial durante los meses de octubre, noviembre y diciembre con la llegada del otoño.
Se trata de un Área Recreativa y Reserva Natural con vistas, senderos, zonas de picnic y barbacoa, parque infantil y una laguna central y rodeada de castaños. Se ubica en las afueras del casco de Valleseco junto al campo de fútbol municipal. Dispone de zona de aparcamiento.
Alberga uno de los reductos de la mejor y más completa muestra de laurisilva de Gran Canaria. Cuenta con una gran riqueza florística y faunística endémica, sobre todo de invertebrados. Entre su flora se incluyen más de 40 especies endémicas de Canarias, una docena de las cuales son exclusivas de Gran Canaria.
Además del interés de la zona por su contribución a mantener procesos ecológicos esenciales, destaca el singular paisaje de gran belleza que posee este pequeño barranco combinando orografía y vegetación. Pertenece conjuntamente a los municipios de Moya y Valleseco con un área de más de 35 hectáreas.
Conforma un paisaje de belleza singular, donde están presentes elementos naturales, áreas agrícolas y lugares de interés cultural. En él se ubican importantes cabeceras de barrancos, como los de Azuaje y Moya, y otros elementos singulares que dan interés a la estructura geomorfológica del espacio.
En conjunto, el espacio desempeña un papel destacado en la recarga de acuíferos, sobre todo en las cotas altas afectadas por las nieblas. Tres de estos lugares, Azuaje, Barranco Oscuro y los Tilos de Moya reúnen un doble interés científico al ser núcleos abundantes de laurisilva en Gran Canaria.
Está localizado alrededor de los términos de Santa María de Guía, Moya, Firgas, Valleseco, Arucas y Teror. Todos ellos en el norte de la isla y conformando un espacio protegido de más de 3500 hectáreas.