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En la mágica ruta del Tajinaste Azul

Ruta del Tajinaste Azul. Huellas de colores

En esta ruta nuestros pasos se adentran en lo más profundo de las montañas del este de Gran Canaria. Estamos en una de las áreas de mayor esplendor vegetal de la isla: zona de agua, de montañas y de mucha biodiversidad. En las proximidades de la Caldera de Los Marteles, donde confluyen hasta seis municipios del territorio insular. En esta ocasión la cosa va de colores: hoy vamos en busca del Tajinaste Azul.

El tajinaste es un bellísimo arbusto endémico del archipiélago, natural de las islas de mayor relieve, y que puede alcanzar los tres metros de altura. Durante su floración nos brinda una alargada flor de bellos colores; en las islas occidentales esta flor suele desarrollarse en colores rojizos, en cambio, en la isla de Gran Canaria predominan los tonos índigos.

La mejor época para realizar este paseo es entre los meses de febrero y mayo, cuando esta especie luce su flor en su máximo esplendor.

Tajinaste Azul

Azules y mucho verde

Para realizar este paseo de postal deberemos desplazarnos hasta el término municipal de Valsequillo. En los altos de este municipio, zona que es conocida como Tenteniguada –por la localidad que allí se ubica–, encontramos numerosos barrancos de los que desciende frecuentemente agua de las cumbres durante los meses de lluvias. De ahí el particular verdor de este paraje.

El origen etimológico de este enclave nos ayudará a conocer la naturaleza del lugar, ya que –Tenteniguada– proviene del topónimo prehispánico ‘tenten wadda’, que significa ‘abundante agua’.

Ruta Tajinaste Azul

Una ruta circular

Para iniciar nuestra ruta deberemos acercarnos concretamente hasta el barrio de El Rincón. Es aquí donde parten diferentes senderos que nos guiarán en nuestro ascenso –o descenso, puede realizarse en ambas direcciones– hasta la cumbre de Gran Canaria.

Este paso es conocido popularmente como La Ruta del Tajinaste azul, debido a que sus senderos circundan una de las mayores poblaciones de esta especie en la isla. Un paseo por un jardín botánico natural lleno especies vegetales de gran belleza, donde el tajinaste es el foco de todas las miradas. Destacan también otras especies como la retama amarilla o el cardo de Tenteniguada, capaz de aguantar grandes cambios en las temperaturas.

Es recomendable mantenerse atentos al cielo porque esta zona es frecuentada habitualmente por aguiluchos, lechuzas y cernícalos.

La inmensidad del paisaje es sobrecogedora. El camino nos cruzará con numerosos afluentes y nacientes donde brota el agua y la vida a su paso. La ruta avanza entre los 1000 y los 1500 metros de altitud, por ello es habitual que las nieblas y el mar de nubes hagan acto de presencia.

Al llegar a lo más alto, en las inmediaciones de la Caldera de Los Marteles, caminar por encima del mar de nubes es una sensación que sobrecoge incluso hasta a los senderistas más exigentes.

Caldera de Los Marteles

Paseo de sombra

Como consejo para disfrutar al máximo de esta experiencia, te recomendamos realizarlo al atardecer. Este enclave se sitúa en la vertiente de umbría. Es por esto que, pasada cierta hora de la tarde, cuando el sol comienza a descender escondiéndose tras las montañas, el valle queda en sombra. Dicen quienes mejor conocen el lugar, que este es el momento ideal para disfrutar de la belleza del tajinaste, que así alcanza su máximo esplendor, ya que se dice que cuando el sol deja de incidir directamente sobre esta planta, los tonos azules de esta bella flor alcanza tonalidades cromáticas difíciles de describir con palabras.

Por último, no olvidemos llevar agua y abrigo. La ruta está perfectamente señalizada y puede realizarse tanto en ascenso como en descenso. Pero cabe recordar, que por encima de los 1000 metros de altitud, sobre todo cuando el sol deja de hacer acto de presencia, las temperaturas pueden descender bastante – principalmente en los meses de invierno–.

Ruta Tajinaste Azul

Cómo llegar

La ruta puede realizarse de dos maneras.

En descenso, partiendo desde la Caldera de los Marteles.

En ascenso, subiendo desde el barrio de El Rincón en Tenteniguada (Valsequillo)

Ambas versiones atraviesan los mismos senderos. Si has ido con tu coche, deberás volver al lugar de origen al finalizar realizando una ruta circular.

Valsequillo

Valsequillo es un municipio grancanario ubicado en las medianías del este de Gran Canaria. Se separó de Telde a principios del siglo XIX, y su actividad principal siempre ha estado ligada al sector primario y al agua. La fresa de Valsequillo es uno de los manjares más conocidos de la zona y su producción llena los mercados y ferias de toda la isla durante la temporada.

De su actividad ganadera se extraen leche y quesos variados, aunque como en otras partes de la isla, también son populares sus quesos.

En cuanto al agua, son muchos los nacientes ubicados en su territorio. Por eso, no es de extrañar que una de las principales embotelladoras de agua de manantial se encuentre en esta zona, concretamente en Tenteniguada, teniendo también un gran impacto económico para el municipio.

Mercadillo de Valsequillo

Abierto todos los domingos por la mañana de 8:00 a 14:00 horas.

En él podrás adquirir productos frescos y de calidad a precios muy competitivos. Te recomendamos los quesos del municipio, pero también frutas, hortalizas, aceitunas o pan artesano.

Caldera de los Marteles

Estamos ante un cráter volcánico ubicado a 1500 metros de altitud. Su base, situada a unos ochenta metros de profundidad, fue parcelada para el cultivo de cereales por quienes allí habitaban hasta mediados del siglo XX.

En nuestro ascenso hasta el lugar disfrutaremos por momentos de increíbles panorámicas de la cara este de la isla. Una vez en su borde, podremos adentrarnos en la hendidura de su cráter o pasear por sus alrededores plagados de bosques y senderos.

Desde este lugar nacen varias rutas senderistas, algunas ascienden hasta el punto más alto de la isla, y otras que descienden por los barrancos hasta las zonas de Tenteniguada o Guayadeque.