Para los amantes de los enigmas hoy derribamos una puerta al pasado. Se abre el camino que nos lleva a uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes del archipiélago. Un lugar místico: La Fortaleza.
La encontrarás en el interior del municipio de Santa Lucía de Tirajana, en el sureste de Gran Canaria, en plena Caldera de Tirajana.
¿Quién dijo que las piedras no hablan? Acércate hasta La Fortaleza y lánzate a descubrir sus relieves e historias. Y una vez allí, fundido con la naturaleza, lograrás sentirte minúsculo entre tanta inmensidad.
La Fortaleza es el recuerdo y el mejor ejemplo de poblado fortificado de la antigua sociedad indígena de la isla. Su lado oriental presenta un importante número de cuevas naturales acondicionadas y otras labradas artificialmente, en donde se observan infinidad de usos: cuevas vivienda, almacenes de alimento y espacios para el entierro. Este enclave fue testigo de la mayor resistencia local durante la invasión Castellana en el siglo XV.
Alrededor del 1485 en Gran Canaria tan sólo quedaban unas pocas fortificaciones para proteger la isla de los conquistadores europeos; una de ellas era La Fortaleza. Un conjunto de cuevas en un peñasco abrupto que se levanta en pleno barranco de Tirajana, allí donde los isleños resistían el asedio de las tropas de Pedro de Vera.
Tradicionalmente tomamos el 29 de abril de 1483 como fecha de terminación de la Conquista, aunque la incorporación oficial de Gran Canaria a la Corona de Castilla tuvo lugar el 20 de enero de 1487.
El conjunto ha sido declarado como Bien de Interés Cultural y está formado por tres roques: La Fortaleza Grande, La Fortaleza Chica y Titana. Destaca La Fortaleza Grande, que está organizada en diferentes niveles comunicados entre sí por pasos y caminos, como el original túnel que atraviesa el roque que comunica las dos laderas del poblado.
Todo ello está recreado en el corto 'Ansite', del director teldense Armando Ravelo, y cuenta la historia del último día de la resistencia indígena en la isla de Gran Canaria.
El grupo musical Non Trubada también dedica un tema bajo el mismo título. Y la prolífica escritora grancanaria Sandra Franco Álvarez desvela sus secretos a pequeños y jóvenes en 'El lagarto de La Fortaleza', una novela corta de tesoros escondidos de valor incalculable en este lugar mágico.
La Fortaleza siempre fue un refugio. En el siglo XV los primeros habitantes crearon asentamientos que funcionaban como poblados y donde se resguardaban de posibles invasores.
Gracias a las recientes excavaciones se ha puesto al descubierto que la Atalaya o Fortaleza Grande pudo tener también un carácter sagrado. Hoy en día el enclave sigue siendo refugio para cualquiera que se acerque y quiera simplemente maravillarse. Porque en estas cimas es fácil sentirse parte de algo universal.
Lugares como este te invitan a descubrir el silencio y pueden llevarnos hasta las respuestas a preguntas que ni siquiera nos habíamos planteado. Lugares de reflexión, culto y vida.
Un espacio para recorrer y atravesar sus tubos; pasar de un lado al otro, sentarse en sus ventanas. Detenerse sin más. Allí siempre estaremos a salvo.
A una hora de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, cogemos la GC-1 hasta Vecindario. Luego debe coger la GC-500 hasta el Cruce de Sardina y tomar la GC-65, en sentido Santa Lucía. A continuación, debe tomar el desvío a la izquierda por la GC-651 en dirección a La Sorrueda. Cuenta con su propia señalización vial.
Uno de los principales recursos patrimoniales de Gran Canaria, el centro cuenta con recursos expositivos que permiten al visitante conocer, no sólo los aspectos del espacio arqueológico de La Fortaleza, sino comprender e interpretar la singularidad del patrimonio arqueológico de la isla.
Horario:
Martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas / Lunes cerrado.
Dirección: Hoya del Rábano, 48 - GC-651, KM 1,9 - La Sorrueda
CP: 35280 - Santa Lucía de Tirajana
Tlf: (+34) 928 798 580
Email: info@lafortaleza.es
Web: www.lafortaleza.es
Este embalse sirve como suministro para los agricultores de la zona. Posee uno de los mayores palmerales de la isla que sirve como jardín del pequeño pueblo que allí se asienta. El caserío de la Sorrueda es un pintoresco barrio de casas blancas entre riscos al abrigo de una de las calderas más majestuosas de Gran Canaria, la Caldera de Tirajana.
En el interior montañoso de la isla, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, y con unas 5.800 hectáreas, encontramos este paraje natural. Garantiza a los amantes del senderismo infinidad de rutas por sus innumerables barrancos. Cuenta con las siguientes figuras de protección; Parque Natural, desde 1987. Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de Pilancones. Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) de Ayagaures y Pilancones.
En sus entrañas habitan los restos del que fuera el pino conocido más antiguo de la isla, el pino de Pilancones, que –con más de 400 años– cayó derrumbado en 2008 tras ser gravemente afectado por un incendio forestal un año antes. Existen varias travesías que cruzan por el corazón de este bosque con el objetivo de conocer sus rincones más profundos, muchas de ellas tienen como destino llegar hasta la base del famoso árbol que durante décadas cobijó y encandiló a todos los visitantes de la zona.