Un paraje natural en la vertiente sur de la isla de Gran Canaria que pertenece al municipio de Tejeda y se ubica en la zona conocida como Majada Alta, en una pequeña llanura entre las Montañas de Ojeda y Pajonales y los escarpes del barranco de Arguineguín.
Esta meseta está situada dentro de la red de espacios de la Reserva de la Biosfera y es una localización ideal para el avistamiento de aves. Es frecuente ver volar por la presa y sus alrededores al pico picapinos (Dendrocopos major thanerii), una subespecie insular indicadora del buen estado de conservación de los bosques.
La Presa de Las Niñas es uno de los embalses más importantes de Gran Canaria, el segundo por nivel de capacidad. Junto a sus aguas reposa una de las zonas de ocio y acampada más populares de la isla. Un claro ejemplo de paisaje construido entre naturaleza y hombre en busca del máximo aprovechamiento del espacio y los recursos más preciados, como es en este caso el agua.
Situado en pleno Pinar de Pajonales, este embalse sirve de aprovisionamiento para el regadío a muchos agricultores de los municipios de Tejeda y Mogán. La presa de La Majada Alta o de Las Niñas está presidida por el denominado Pino de Casandra. Un solitario árbol con más de tres siglos de historia que nos remite a antiguas leyendas de los lugareños.
Aunque no existe una versión oficial, varias coinciden en que una joven de 15 años fue tachada de bruja por envidias y habladurías de los vecinos del lugar. La joven sería entonces quemada en el mismo árbol, donde sus sentimientos más puros, ingenuos y naturales, fueron leídos como una maldición del demonio. Es curioso que este pino haya sobrevivido a varios incendios y luzca una particular silueta que hace sea tan fácil reconocerlo en el amplio paraje.
El pino canario es una especie que destaca por su gran resistencia a las altas temperaturas y por su rápida recuperación ante los incendios. Esta zona fue fuertemente afectada por un gran incendio forestal en el año 2007, y es una muestra de la potente capacidad de resiliencia de la que goza este ecosistema endémico.
No es extraño ver ganado frecuentar los alrededores del embalse ya que esta zona de las medianías es tradicional zona de pastoreo, sobre todo en los meses de verano, debido a la práctica de la trashumancia.
Cerca del área de acampada ubicada en la zona, podemos encontrar aquí familia de pastores cuyo trabajo da como resultado uno de los mejores quesos curados de Canarias. Este producto nace mezclando la leche de cabra y oveja con técnicas y métodos tradicionales, y es madurado en cueva volcánica durante varios meses en las cumbres de Gran Canaria. Toda una delicia para el paladar.
Nos llevará hora y media de recorrido si salimos desde la capital, Las Palmas de Gran Canaria. Tomamos la carretera GC-15 y subimos hacia el interior de la isla, dirección Santa Brígida, hasta llegar a San Mateo. Entonces, nos unimos a la GC-600 y vamos dirección Roque Nublo, donde nos desviaremos por la GC-605, que bajando por la zona de estacionamiento del Roque Nublo, nos llevará hasta la Presa de Las Niñas. Desde el sur existen diferentes alternativas: por Ayacata desde Maspalomas o Vecindario (Santa Lucía), y desde el municipio de Mogán ascendiendo por los Barrancos de Arguineguín (GC-505) o Mogán (GC-200 y GC-605) y continuando por el cruce de la Cruz de San Antonio en los Altos de Inagua.
En los años de lluvia, cuando la Presa de Las Niñas rebosa, vierte sus aguas sobre el embalse de Soria –el mayor de la isla– para el aprovechamiento de este bien tan escaso. El trasvase se conforma en forma de salto de agua desde las cuevas de Majada Alta hacia el barranco de Arguineguín, dando lugar a la pintoresca imagen de la Cascada de Soria, ubicada en un caidero cerca de los pagos de Barranquillo Andrés y Soria, en el municipio de Mogán.
Históricamente, esta zona ha sido uno de los pinares mejor conservados de Gran Canaria. Está conformado por las cabeceras de varios barrancos importantes como El Mulato o el de Mogán, y supone un papel fundamental en la recarga hídrica y la conservación del suelo en esta vertiente de la isla.
En lo más profundo de sus bosques habita el famoso Pinzón Azul, un ave endémica de las islas en peligro de extinción. También podemos encontrar fauna de mayor tamaño como reptiles, conejos o cabras silvestres. Para pasear por sus pistas y senderos es necesario solicitar permiso en la web del Cabildo de Gran Canaria.
La presa cuenta con una zona de ocio al aire libre habilitada con barbacoas, merenderos, grifos y baño para el uso libre de sus visitantes. No obstante, también tiene espacios reservados para la pernoctación –también es necesario permiso– y un aparcamiento para caravanas.