Noventa kilómetros separan Veneguera con la capital grancanaria, Las Palmas de Gran Canaria. Para llegar tomaremos la GC-1 hasta Mogán y seguiremos por la sinuosa GC-200 durante 15 kilómetros hasta llegar a la cuenca de Veneguera. Aquí encontraremos un pequeño pueblo de casas blancas en medio de un árido valle, que durante los meses de invierno recupera el verdor que algún día le perteneció y donde sus aguas esculpieron el paisaje que hoy nos glorifica.
Veneguera suscitó uno de los mayores movimientos ciudadanos en favor de la protección de su paisaje. Fue finalmente en el año 2003 cuando pasó a integrar la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos. Actualmente, su playa y su barranco pertenecen al Parque Rural del Nublo.
En lo alto de sus andenes –nombre por el que se conoce en las islas a los caminos ubicados entre los tajos verticales que coronan las laderas de los barrancos- se observa desde lo alto, el Pinar de Inagua, uno de los ejemplares de bosque abierto mejor conservados de Gran Canaria.
A la sombra de los laureles, su plaza y su ermita son la carta de presentación ante la llegada del visitante. Cerca de este lugar encontramos un punto de gran valor histórico conocido como Las Casas de Veneguera o Casas del Almácigo, una agrupación de antiguas casonas de arquitectura tradicional canaria; construidas en piedra con pequeñas ventanas cuyas fachadas están decoradas con balcones de madera.
Este reducto es un fiel reflejo de lo que fue un pequeño caserío con fuerte carácter agrícola y ganadero. Se desconoce el origen exacto de este, pero en 1865 era ya mencionado en el Diccionario Estadístico-Administrativo de Pedro de Olive, con un censo de tres vecinos.
Decenas de cardones centenarios (Euphorbia canariensis) se aglutinan en esta zona. El cardón es una especie endémica de las Islas Canarias presentando la mayor población del archipiélago en Gran Canaria, siendo símbolo vegetal de la isla. Una especie protegida y con gran valor para la población local.
Cabe destacar que en este rincón se celebra el popular Belén Viviente de Veneguera, donde cada 25 de diciembre, vecinos y vecinas del municipio recrean el nacimiento del niño Jesús en un poblado ficticio, donde se simulan labores tradicionales como la labranza, la alfarería o la herrería teñido de una esencia puramente canaria.
Aquí las montañas se tiñen de tonos pastel, dando lugar a una fusión de verdes, naranjas y azules que llaman la atención de todo el que la visita. La máxima expresión de este fenómeno, extendido por gran parte de la cara oeste de la isla, la podemos localizar en el entorno de La Fuente de Los Azulejos, lugar donde nacen varias rutas de senderismo que invitan a conocer los alrededores de Veneguera. Entre riscos y nacientes, en época de lluvias, sus laderas se bañan con cascadas y pozas que permanecen con agua durante gran parte del año, ofreciendo así al turista una panorámica envidiable desde las alturas.
La playa de Veneguera –a 8 kilómetros del pueblo– es una visita obligada. Barranco abajo por pista de tierra –recomendamos realizar la ruta en vehículo adaptado al terreno– y entre fincas de frutales como naranjos, limoneros o aguacateros, llegamos a una gran playa de callaos y arena negra. Este enclave recibe gran cantidad de horas de sol debido a su privilegiada orientación hacia el oeste. Un remanso de paz y naturaleza viva.
En coche tomando la GC-200 dirección La Aldea desde la GC-1, pasando por Mogán en un recorrido de 15 kilómetros. También puede llegarse desde el norte de la isla partiendo desde el municipio de Agaete. En guagua llegaremos a Puerto de Mogán y una vez allí debemos coger la Línea 38 (compañía Global) en dirección La Aldea de San Nicolás.
Cuenta con una oferta gastronómica que apuesta fuertemente por el producto local entre los que destacan el cochino negro, la carne de cabra, el aguacate o el mango. En esta localidad conviven locales que apuestan por la cocina tradicional y otros que buscan la innovación sin olvidarse del producto Km.0.
Entre los valles de Mogán y Veneguera podremos disfrutar de un mirador panorámico “Degollada de Veneguera” recientemente reformado con grandes perspectivas de sus cuencas hidrográficas y con vistas a las montañas de Inagua, Pajonales y Tauro.
A 17 kilómetros de Veneguera, cada viernes se celebra un mercadillo en la localidad de Playa de Mogán. Una oportunidad única para hacernos con productos locales o de artesanía.
