Las fiestas patronales del municipio, en Honor a San Mateo se celebran el 21 de septiembre. El municipio se convierte durante unos días en una gran fiesta que aglutina a muchos romeros de la Isla en torno a una romería-ofrenda. Asimismo se organiza una carrera de caballos y una importante feria de ganado.
El primer domingo de julio tiene lugar la Fiesta del Agricultor. Es una fiesta muy popular en el municipio y en la que se muestran las actividades típicas de los agricultores, con el fin de que los visitantes vean cómo y qué labores realizan, como la "ordeñá" de vacas y la trilla de caballos. Todo ello acompañado de música y bailes folklóricos que amenizan la fiesta.
También en el mes de julio se celebra la Fiesta de los Indianos, en el barrio de Las Lagunetas. El origen de esta festividad se enmarca en la emigración de muchos canarios a Cuba.
La historia de Vega de San Mateo se inicia hace escasamente 200 años. La riqueza forestal de este municipio y sus características geográficas, favorables para la cría del ganado, dieron lugar a que esta comarca fuera poblada por los aborígenes.
Tras la conquista de Gran Canaria las tierras fueron repartidas a los colonizadores. El actual territorio de San Mateo, cuyo nombre aborigen era Tinamar, se enmarcaba en lo que se denominaba La Vega, que englobaba lo que actualmente son los municipios de San Mateo y Santa Brígida. Así, nos encontramos como esta gran comarca denominada La Vega se dividía a su vez en tres partes, La Vega de Arriba, que correspondería en la actualidad con San Mateo (Tinamar), La Vega de En medio, que la localizamos en la zona de El Madroñal, y finalmente la Vega de Abajo, que corresponde al actual municipio de Santa Brígida.
En el siglo XVIII, la Vega Alta asistió a un aumento poblacional. A ello se unió la mala situación de los caminos y la gran distancia para acceder a la Parroquia de la Vega. Esto provocó que sus pobladores solicitaran la construcción de una iglesia propia. Obtenida la resolución para la construcción de una parroquia se construye una ermita en el pago de la Vega de Arriba, bajo la advocación de San Mateo y esta misma ermita se convierte en parroquia en 1800. Este se convirtió en el primer paso, como en la mayoría de los casos de la Isla, para conseguir la municipalidad.
Conseguida la independencia religiosa con la parroquia, los vecinos de San Mateo comienzan con los trámites para obtener la independencia total de la vecina Santa Brígida. Así, a principios del siglo XIX, la Audiencia toma la decisión de separar el pueblo de San Mateo de la jurisdicción de La Vega. En esa época San Mateo contaba con un promedio de 600 viviendas y su situación económica continuaba sustentándose en la agricultura, ganadería y en la riqueza de los recursos acuíferos. Estas circunstancias se mantendrán estables hasta el siglo XX, en el que se produjeron cambios económicos asistiendo a una crisis del sector primario frente al auge del sector terciario, provocado en gran medida por la emigración de la urbe y la proyección de capitales en sectores que no eran agroganaderos.
El municipio de San Mateo se sitúa en la zona centro de Gran Canaria, a 22 kilómetros de distancia de la capital. El municipio se encuentra circundado por Valleseco, Tejeda, Santa Brígida, Valsequillo y San Bartolomé de Tirajana. Su superficie es de 37,89 kilómetros cuadrados, y el 47% del territorio es Espacio Protegido de las Cumbres. Se sitúa a 800 metros de altitud, hasta el Macizo Central, donde se encuentran las mayores elevaciones de la isla: Pico de las Nieves, a 1.961 metros de altitud, Los Pechos, a 1.945 m., y el Roque Saucillo, a 1.850 metros. La zona más alta del territorio, La Cumbre está definida por la cabecera del Barranco Guiniguada, Barranco de la Higuera y Barranco de la Mina, que unidos a las elevaciones del lugar hacen de él un paisaje de excepcional belleza y heterogeneidad.
El Barranco de la Mina, atraviesa la isla de Gran Canaria hacia la zona noreste para desembocar en la capital de la Isla. La Mina dispone de un pequeño caudal de agua gracias al trasvase que, desde hace siglos, se realiza de la cuenca de Tejeda a la del Guiniguada, a través de una galería que atraviesa la montaña y que, por este motivo, lleva el nombre de la Mina.
La irregular orografía de San Mateo y sus extraordinarias condiciones climáticas para el cultivo han propiciado que esta localidad disponga de uno de los parajes naturales más bellos de la Isla por su frondosidad.
La Vega de San Mateo es un municipio de gran tradición agrícola y ganadera, debido a que las condiciones geográficas y climáticas han favorecido la fertilidad de las tierras. A ello se unió la extensa red de pequeños barrancos que garantizaban corrientes de agua a todos los terrenos. Las explotaciones agrarias son reducidas, fruto del trabajo directo en los terrenos, una agricultura a tiempo parcial y la proliferación del ganado caprino.
En este sentido, San Mateo se ha caracterizado por ser una de las localidades donde se elabora uno de los quesos más populares de la Isla.
La importancia de las actividades agroganaderas en la actualidad no es comparable a la de antaño ya que el sector servicios y la construcción alcanzan las cotas más altas de ocupación laboral del municipio.