La Degollada de Las Palomas presenta cielos despejados gran parte del año, con aproximadamente 250 noches anuales hábiles para la observación del cielo. Presenta el típico tiempo cumbrero, fresco y húmedo en invierno, templado y húmedo en primavera y otoño, y más seco y cálido en verano. Al encontrarse situado en la vertiente norte de la Cuenca de Tejeda, si los vientos Alisios son moderados suelen afectar de forma directa y rebosar en esta zona, produciendo rachas moderadas de viento. La marquesina existente en la zona, ayudará al observador a protegerse. La temperatura media nocturna en invierno es entre 4ºC y 5ºC. En verano la media nocturna se sitúa en torno 18ºC y 20ºC. Una de sus grandes ventajas es la altitud, por encima de 1.600 metros ofreciendo cielos más limpios y transparentes.

El escritor y filósofo español Miguel de Unamuno (1864-1936) definió esta espectacular vista hacia la cuenca de Tejeda como una “Tempestad Petrificada” durante su visita a la isla en 1910. Quedó enamorado de la majestuosidad del paisaje su celaje desde uno de los miradores paisajísticos más espectaculares de Gran Canaria.

Observar las estrellas desde el mirador de la Degollada de Las Palomas es un placer para los sentidos, cielo y tierra se funden para ofrecer un espectáculo único. Entre finales de otoño y principios de primavera algunas de las constelaciones más espectaculares del cielo adornan este paisaje, como la silueta del cazador Orión con la inestable estrella anaranjada Betelgeuse y su famoso cinturón de tres estrellas alineadas conocidas popularmente como los Reyes Magos o las tres Marías. La estrella más brillante del cielo, Sirius, dominando Canis Major y el cúmulo de las Pléyades, conocidas como “Las Cabrillas o las Siete Hermanas”, con su característica forma de cometa pequeña en la constelación de Tauro, barrerán la cuenca de Tejeda de este a oeste entre otoño y primavera.

En verano la zona central de la Vía Láctea o “Camino de Santiago” dominará la visión desde esta ventana natural al cosmos, deleitándonos con su espectacular silueta llena de objetos celestes como cúmulos estelares y nebulosas. Será uno de los mejores momentos para los amantes a la astrofotografía, ya que podrán obtener icónicas imágenes del cielo de Gran Canaria sobre la cuenca. Hacia el norte las constelaciones boreales destacarán sobre el pinar y el área del Montañón Negro.

Nuestra perspectiva al cosmos cambia debido al movimiento de La Tierra alrededor del Sol y cada estación muestra un cielo diferente con estrellas y constelaciones características. La especial situación geográfica de Gran Canaria y en especial del Mirador de Los La Caldera de los Marteles, permite observar a lo largo del año todas las estrellas del Hemisferio Norte y casi un 80% del Hemisferio Sur celeste. El cielo de invierno está protagonizado por la brillante estrella Sirius, la espectacular constelación de Orión y el cúmulo abierto de las Pléyades o las Siete Hermanas en Tauro. En la época estival la zona central de la Vía Láctea se levanta muchos grados sobre el horizonte Sur y el famoso triángulo de verano formado por las estrellas Vega, Deneb y Altair dominan la parte alta de la bóveda celeste. La primavera nos ofrece constelaciones menos brillantes, pero igual de espectaculares, como Leo, Géminis, Bootes con la brillante Arcturus y el cielo sur dominado por Virgo, Corvus y el Centauro que alberga el mayor cúmulo de estrellas visible, W Centauri. Muy cerca de éste se encuentra la escurridiza Cruz del Sur, inobservable desde el continente europeo, que puede vislumbrarse al completo desde la isla cerca del horizonte Sur entre los meses de enero y junio a diferentes horas. El otoño es la estación de la galaxia de Andrómeda, situada muy alta, próxima al cuadrado de Pegaso y la característica forma de "W" de Cassiopeia junto a Perseus.