Este mirador de Las Tederas, muy cercano al Aula de la Naturaleza del mismo nombre, debe su topónimo a la tedera (Bituminaria bituminosa) una planta de origen mediterráneo a la que se le atribuyen importantes propiedades medicinales. En la medicina tradicional canaria se ha usado sobre todo en forma de cataplasma para cicatrizar heridas.
Desde este punto, el más alto de los miradores de Santa Lucía, se aprecia una amplia perspectiva sobre La Caldera de Tirajana, el monumental fenómeno geológico situado en la zona centro de Gran Canaria con orientación Sureste. En ella se ubican los pueblos de Santa Lucía, en primer término, y San Bartolomé de Tirajana al fondo. Se trata de un espacio de gran singularidad paisajística en el que se puede apreciar el escarpado relieve del territorio junto a la abundante riqueza vegetal y el paisaje agrícola, además de varios caseríos.
Es uno de los mejores lugares para disfrutar de las singularidades del conjunto arquitectónico del casco histórico de Santa Lucía, su arquitectura tradicional canaria sobre la que destaca el templo matriz, la blancura y morfología de su cúpula que la hacen inconfundible y se divisa desde lejos.
En la amplia panorámica también se puede apreciar el abanico de tonalidades verdes que refleja la vegetación del valle, en la que sobresalen palmeras y olivos, tan estrechamente vinculados a la Caldera de Tirajana, a los usos tradicionales y a la artesanía de sus gentes.
El territorio al oeste del Barranco de Tirajana, salvo una estrecha franja costera, forma parte de la Reserva Mundial de la Biosfera de Gran Canaria, declarada por la UNESCO el 29 de junio de 2005.