Un vergel esperando ser explorado. Más de 500 especies vegetales venidas desde los cinco continentes se van presentando ante los paseantes. Juntas componen una imagen fuera de lugar, que parece irrumpir con fuerza en medio del manto de plataneras, mítico paisaje que caracteriza esta zona hasta unirse con el mar. Varias fuentes adornan el lugar, siendo el agua uno de los pocos elementos que rompe el silencio que allí reina.
Localizado en la base de la Montaña de Arucas, sus fértiles tierras han recibido durante siglos todos los sedimentos que bajan por sus laderas con las lluvias. Así, cualquier tipo de plantación se desarrolla y se propaga con facilidad en esta zona. Aquí, encontrarás por ejemplo un drago de más de 200 años de edad, la bella especie endémica de Canarias, o un ficus de enorme porte.
Una vez llegados a la casona, su fachada neoclásica le otorga un alto valor al recinto. El germen de estos jardines se sitúa en el año 1880 cuando Don Ramón Madam y Uriondo, primer Marqués de Arucas, comenzó con las plantaciones en torno a un palacete de verano.
Y aquí estamos dos siglos después, en la puerta de un enclave muy poco común. Una buena muestra de la belleza natural de tantos jardines escondidos por la isla. Un regalo que nos lleva a recuerdos de otro tiempo.
El municipio de Arucas se localiza en el norte, entre los municipios de Firgas, Moya, Teror y Las Palmas de Gran Canaria. Su capital comprende de una pequeña ciudad que circunda la icónica Montaña de Arucas, y su casco histórico es de un gran valor histórico y artístico, conservando aún en sus calles ese aspecto tradicional tan auténtico.
Dirección: Carretera Arucas – Bañaderos Km. 0.5
En Guaguas Global (Autobús): Línea 205 (semidirecta) y línea 206 (directa). Horario: De lunes a viernes de 8:00 a 16:00 horas.
Precio: adulto 6€ y niños 3€.