Gran Canaria


01/08/2023


Artículo
Naturaleza

Foresta - Sergio Armas

Fundación Foresta: 25 años de compromiso verde

En el corazón de Canarias, una fuerza de cambio ambiental ha trabajado sin parar durante un cuarto de siglo. La Fundación Foresta, una entidad privada sin ánimo de lucro, tiene una noble misión: recuperar los bosques de Canarias.

Desde su creación en 1998, la fundación ha liderado una labor visionaria para combatir la pérdida de bosques en Gran Canaria. Conscientes de la importancia vital de estos ecosistemas para el equilibrio ambiental y la biodiversidad, han promovido una serie de iniciativas transformadoras para lograr una recuperación efectiva. Su compromiso con la conservación y sostenibilidad ha dejado una huella perdurable en la historia de la lucha por un futuro más verde.

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El poder transformador de la reforestación

Un viaje lleno de emociones y significado ha marcado el camino de Foresta durante sus años de lucha por la reforestación en Canarias. Sergio Armas comparte una conmovedora experiencia en el Barranco del Andén, donde, en sus primeros años, junto con periodistas y otros colaboradores, sembraron las semillas de cambio.

Años después, regresó al lugar que una vez fue testigo del nacimiento de jóvenes árboles. Al llegar, la sorpresa y la emoción le invadieron al encontrar esos árboles, que antes eran pequeñas plantas, convertidos en majestuosos árboles de cuatro metros de altura. Identificó con certeza los que él mismo había plantado, unos valientes madroños, escasos entre otras especies. Solo cuatro ejemplares, pero eso era suficiente para llenarle de gratitud y satisfacción. Saber que su trabajo había perdurado en el tiempo, contribuyendo al bienestar de la isla y preservando su patrimonio natural, fue un momento que le erizó la piel y le recordó la importancia del esfuerzo sostenido.

En experiencias como estas, siempre ha destacado el sentido de responsabilidad que comparten los miembros de Foresta. Su labor va más allá de un trabajo; es un llamado a la preservación de la isla, una misión con impacto social y ambiental. Cada árbol plantado, cada espacio recuperado, es una muestra de amor y respeto hacia el patrimonio natural de Canarias.

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Lucha contra la desertización y cambio climático

La Fundación Foresta afronta desafíos cruciales, siendo uno de los más urgentes la lucha contra la desertización. Los efectos del cambio climático han agravado la sequía y la erosión del suelo en el archipiélago canario, poniendo en peligro la supervivencia de sus ecosistemas únicos.

Entre las islas, Gran Canaria ha sido uno de los territorios más afectados por la deforestación. «En el pasado, la isla llegó a tener un 60 % de su superficie cubierta de bosques, cifra que se ha desplomado a tan solo un 3 % en los últimos 80 años», comenta Sergio Armas, gerente de Foresta.

Conocedores de esta amenaza, la recuperación de la isla se ha convertido en una prioridad para la Fundación. Su enfoque se centra en la plantación de árboles para intentar restituir, en la medida de lo posible, lo que la deforestación se llevó. Sin embargo, esta tarea va más allá de simplemente sembrar árboles; implica crear un tejido social de concienciación y compromiso para asegurar la protección y el cuidado a largo plazo de estos nuevos bosques.

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Reforestación y prevención: un enfoque efectivo

Los incendios son también un gran desafío a los que se enfrenta la población de Gran Canaria. Sin embargo, la combinación de reforestación y prevención ha demostrado ser una estrategia efectiva para mitigar su impacto. En este escenario, los esfuerzos de Foresta y la sociedad canaria han sido significativos en la protección del patrimonio natural de Gran Canaria.

Tras el gran incendio de 2019, la población mostró una preocupación creciente por el estado de los bosques y el patrimonio natural, involucrándose activamente en iniciativas como la de Foresta para recuperar las zonas quemadas. En respuesta a esta demanda, se organizó un plan de voluntariado masivo y, en solo dos meses, se movilizó a más de 2500 personas que plantaron alrededor de 7500 árboles en diversas actividades de fines de semana.

La labor de prevención llevada a cabo por la fundación también es destacable. Durante los meses adecuados para la reforestación, Foresta trabaja en la plantación de árboles en áreas seleccionadas de acuerdo con las condiciones climáticas y de lluvia. En esta tarea, es fundamental evitar la introducción de especies altamente inflamables, como es el caso de los brezos, dada su propensión a arder con facilidad. En su lugar, Foresta opta por árboles resistentes al fuego (por ejemplo, las fayas), pues desempeñan una función crucial como barreras verdes contra el avance de las llamas.

El resto del año, no obstante, se dedican principalmente a tareas de limpieza y desbroce en las zonas forestales. Esta práctica les permite mantener los terrenos libres de matorrales y maleza, lo que contribuye a evitar la propagación rápida del fuego en caso de un incendio.

En busca de un enfoque eficiente y sostenible, Foresta ha adoptado una nueva perspectiva en su proceso de plantación de árboles: la organización se enfoca en la calidad y el crecimiento exitoso de cada árbol que plantan. Para lograr esto, han implementado una estrategia que implica la plantación de un número más selecto de árboles, pero con énfasis en garantizar que cada uno de ellos reciba el riego adecuado durante el crucial primer año de crecimiento. Para ello, se aseguran de mantener las áreas limpias para facilitar el riego de los árboles plantados, lo que también contribuye indirectamente a la prevención de incendios.

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Una misión compartida

A sabiendas de la importancia de una acción conjunta, la Fundación Foresta ha ampliado su campo de actuación tanto en suelos públicos como privados. Si bien inicialmente se enfocaron en reforestar áreas públicas, se dieron cuenta de que esta estrategia no era suficiente para enfrentar el desafío de la deforestación, pues el 85 % de la titularidad de los suelos es privada.

La reforestación no es un trabajo que solo pueda ser realizado por las Administraciones Públicas o la Fundación Foresta. Es una tarea colectiva en la que toda la sociedad debe involucrarse. «Empresas, voluntarios y organismos gubernamentales deben unir fuerzas para lograr el objetivo común de recuperar la masa forestal en la isla». Concienciar a la población sobre la importancia de conservar este patrimonio natural único es fundamental para fomentar el apoyo y la participación activa.

«Gran Canaria alberga una biodiversidad impresionante y única en el planeta. Se encuentra entre las 14 regiones con mayor riqueza de especies». La Fundación Foresta entiende la trascendencia de conocer y valorar esta biodiversidad. El hecho de que la población disfrute de la naturaleza y conecte con el entorno natural puede generar una mayor conciencia y cuidado hacia este patrimonio natural invaluable.

«Es alentador notar que, después de los incendios que han afectado a la isla, la conciencia sobre la importancia del patrimonio natural y la recuperación de los bosques ha aumentado». Esto ha facilitado el acercamiento y la colaboración con propietarios privados, quienes ahora muestran una mayor disposición para contribuir a la reforestación y protección de sus terrenos.

En el transcurso del tiempo, Foresta ha logrado establecer alianzas públicas y privadas, tanto a nivel nacional como internacional.

En el ámbito privado, la sinergia con el sector turístico ha sido especialmente significativa, ya que los turistas conscientes del impacto ambiental de sus viajes encuentran atractivo el respaldo de proyectos de reforestación durante su estancia en las islas. En este sentido, Foresta está cerrando acuerdos con touroperadores nacionales e internacionales para hacer proyectos de reforestación en Gran Canaria. «Con estos proyectos, el turista, cuando viene al destino, sabe que su huella de carbono generada por el viaje en avión está compensada», afirma Armas.

En la esfera pública, destaca la colaboración con el Cabildo de Gran Canaria, esencial para garantizar que las actividades de reforestación y prevención se realicen de manera planificada y responsable. Es decir, teniendo en cuenta las peculiaridades del territorio de Canarias y las necesidades específicas de cada zona.

La población canaria también desempeña un papel importante en la labor de Foresta. Desde la fundación, ofrecen dos tipos de voluntariado principales, cada uno con actividades específicas. El primero es el de Repoblación, que se lleva a cabo de octubre a marzo, donde los usuarios participan activamente en la plantación de árboles y especies adecuadas para la zona. El segundo tipo es el de Mantenimiento, que tiene lugar de abril a septiembre, centrado en tareas de mantenimiento y prevención.

Estos programas de voluntariado no solo permiten la participación activa de la comunidad en la reforestación y el cuidado de los bosques. También fomentan la concienciación y la importancia de conservar el patrimonio natural y la biodiversidad de Canarias.

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Impacto en el tiempo

A lo largo de sus 25 años de trayectoria, Foresta ha logrado medir y cuantificar el impacto positivo que ha generado en la sociedad canaria. En total, han llevado a cabo la reforestación de aproximadamente 726 hectáreas, lo que equivale a plantar más de 560000 árboles.

Pero no solo se trata de plantar árboles, sino del impacto de estos en el medio ambiente. Han sido capaces de infiltrar alrededor de 14 millones de litros de agua en el subsuelo gracias a los árboles que han plantado. La labor de reforestación ha contribuido a mejorar la retención de agua en el suelo y la recarga de acuíferos, aspecto fundamental en un lugar como Canarias, donde el agua es un recurso escaso y valioso.

El impacto de la fundación también se refleja en la evolución de la conciencia y participación de la sociedad canaria. A lo largo del tiempo, la población ha demostrado una mayor preocupación y compromiso con la protección y recuperación del patrimonio natural. Antes, las actividades de reforestación no contaban con una gran participación, pero, actualmente, se ven estas iniciativas como una necesidad y una forma de contribuir positivamente al territorio.

A pesar de los retos económicos y ambientales, Foresta sigue adelante con su labor de reforestación, conscientes de que la recuperación del patrimonio natural es crucial para la protección del medio ambiente y la sostenibilidad de Gran Canaria.

La Fundación Foresta es un ejemplo inspirador de cómo las pequeñas acciones pueden marcar la diferencia a lo largo del tiempo. La reforestación no solo se trata de plantar árboles, sino de sembrar esperanza y responsabilidad en la sociedad. Con cada árbol que crece, la fundación se convierte en un faro de cambio, recordándonos que todos podemos ser protagonistas en la protección de la isla que llamamos hogar.

*Más información: FORESTA. Fundación Canaria para la Reforestación.

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