Gran Canaria es un continente en miniatura con un muestrario de paisajes muy poco corrientes, ubicado en mitad de un archipiélago enormemente diverso.
Quizás por este motivo, la UNESCO decidió en 2005 otorgar a la isla el sello de Reserva de la Biosfera, reconociendo así su calidad medioambiental, prestigio y proyección a nivel internacional. Esto es un reconocimiento que se renueva cada 10 años, y que sigue manteniendo hoy en día.
La isla cuenta también con el certificado ‘Biosphere Destination’ gracias al uso responsable del territorio y el empeño en proteger la poderosa biodiversidad que posee Gran Canaria. Es un sello otorgado por la Comisión Europea tras cumplir con los criterios que establece el indicador ‘Environmental Labels and Schemes’, durante la auditoría del Instituto de Turismo Responsable.
Ven con nosotros a descubrir los secretos de este continente en miniatura.
Las Reservas de la Biosfera son zonas de características singulares compuestas por ecosistemas terrestres, marinos o costeros en los que se fomenta la conservación de la biodiversidad con un uso sostenible por parte del ser humano.
Su objetivo principal es el de promover e impulsar una integración armónica entre el ser humano y la naturaleza; para conseguir un desarrollo sostenible que permita una adaptación progresiva de la sociedad a los cambios del entorno y el planeta.
Un sello muy importante que ha permitido durante los últimos 15 años mantener el equilibrio entre la protección del medio gracias a un desarrollo económico y social sostenible en este continente en miniatura.
Y es que casi la mitad del espacio geográfico de Gran Canaria (alrededor del 43%) quedó incluido dentro de la Reserva de la Biosfera, abarcando seis núcleos de población rural fuertemente vinculados a las actividades tradicionales.
“Nuestras tradiciones, costumbres y gastronomía… junto a una flora, fauna y orografía singulares, conforman un entorno único por descubrir”.
¿Pero qué tiene la Naturaleza de Gran Canaria para ser merecedora de este reconocimiento por la UNESCO?
Para poder ser galardonada con el sello de Reserva de la Biosfera, la zona debe poseer una combinación de sistemas ecológicos y antropológicos especiales, además de contar con medidas de conservación de la biodiversidad.
Tres zonas fueron delimitadas por la UNESCO dentro de la Reserva de Gran Canaria.
1. Zona central (zona núcleo)
Se trata del área más centralizada, también conocida como “territorio reserva” y está compuesta por las siguientes zonas:
- Reserva Natural Integral de Inagua.
- Reserva Especial de Guguy.
- Parque Natural de Tamadaba.
- Parque Natural de Pilancones.
- Monumento Natural Riscos de Tirajana.
2. Zona de amortiguación
La zona de amortiguación rodea al núcleo, sirviendo como “escudo protector” del mismo. Está compuesta por:
- El Parque Rural del Nublo.
- Monumento Natural del Roque Nublo
- Monumento Natural de Tauro.
- Lugar de Interés Comunitario Amurga.
3. Zona de transición
Actuando como puente entre el interior y el exterior, la zona de transición bordea la superficie e incluye:
- El Paisaje Protegido de las Cumbres.
- El área perimetral que bordea el Parque Natural de Pilancones.
- La zona marítima compuesta por el litoral oeste entre la playa de Mogán y la playa de La Aldea.
Una gran diversidad de climas y especies naturales bailando juntas en una isla Reserva de la Biosfera y un sello primordial para nuestro patrimonio. Algo que debemos proteger, fomentar y mantener para que llegue lo más intacto posible a nuestras futuras generaciones.
Más información sobre la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria:
https://www.grancanaria.com/turismo/es/naturaleza/isla-sostenible/reserva-de-la-biosfera-pilar-perez/
