El fomento del turismo interior es el objetivo del plan que propone el Cabildo grancanario para que los visitantes disfruten del placer de recorrer Gran Canaria a través de sus hermosos caminos reales y carreteras secundarias para descubrir así sus sorprendentes paisajes naturales y riquezas culturales. El Plan de Turismo Interior, engarzado al Plan Insular de Ordenación de Gran Canaria, pretende establecer actuaciones públicas que den soporte al desarrollo de iniciativas de turismo interior tomando como ejes estas carreteras secundarias para ensalzar los recursos más desconocidos para el visitante, informó la consejera de Política Territorial del Cabildo de Gran Canaria, Inés Miranda, quien apuntó que se trata de toda una filosofía para poner en valor cuatro grandes rutas que pondrán al descubierto los tesoros de sus respectivos entornos.

El Plan de Turismo Interior, engarzado al Plan Insular de Ordenación de Gran Canaria, pretende establecer actuaciones públicas que den soporte al desarrollo de iniciativas de turismo interior tomando como ejes estas carreteras secundarias para ensalzar los recursos más desconocidos para el visitante, informó la consejera de Política Territorial del Cabildo de Gran Canaria, Inés Miranda, quien apuntó que se trata de toda una filosofía para poner en valor cuatro grandes rutas que pondrán al descubierto los tesoros de sus respectivos entornos.

Entre estas actuaciones podrán incluirse la creación y mejora de centros de interpretación, obras de embellecimiento y reforma de los equipamientos como los miradores turísticos, algunos de ellos ya en marcha, entre otras posibles iniciativas.

Ruta 1 La Aldea, Artenara y Tejeda

Recorrer las coladas de lava de casi 14 millones de años de antigüedad en torno al Roque Nublo, visitar las cuevas que pueblan la zona, oler el incomparable aroma de las retamas y los tomillares son algunas de las experiencias que podrán disfrutar los visitantes del triángulo formado por La Aldea, Artenara y Tejeda, uno de los ejes que pretende desarrollar el plan.

La carretera GC-210, conocida como la de las presas, sería el eje de comunicación que invite al visitante a acceder a este triángulo de municipios, en torno al que destacan bellos y recónditos rincones de esta parte de Gran Canaria y desde la que los turistas podrán emprender inolvidables paseos por sus caminos reales.

Esta zona, además, ofrece una fusión de recursos naturales donde no faltan los paisajes costeros de La Aldea, el riquísimo sustrato arqueológico de Artenara y los roques, calderas y barrancos de Tejeda.

Ruta 2 San Bartolomé de Tirajana y Santa Lucía

Un nuevo mundo recibe al turista en el eje San Bartolomé-Santa Lucía, núcleos conectados por la carretera GC-815, que bordea cañadas y desfiladeros en torno a un paisaje excepcional donde es posible visitar la presa de La Sorrueda, la población de Temisas y el incomparable barranco de Tirajana.

El Plan pretende, además, destacar la presencia de la carretera GC-520, que conecta el litoral turístico del sur con la citada GC-815 y la CG-551 para que el visitante pueda también disfrutar de La Fortaleza y el Museo de Santa Lucía, el poblado prehispánico de Tahidía, Rosiana, la necrópolis de Arteara, Tunte y Fataga, entre otros muchos rincones de recomendada visita.

Ruta 3 Agaete

Un tercer eje que trabaja esta propuesta consiste en recuperar y potenciar el valle de Agaete, donde es conveniente la rehabilitación de las edificaciones existentes para convertirlas en centros de hospedaje rural y completar así la oferta de turismo interior de la Isla.

En esta zona, los turistas podrán disfrutar de la única plantación academia de café de Europa, ubicada en el mismo valle de Agaete y rodeada de un paraje de singular belleza y gran interés botánico y arqueológico, donde conviven la historia y la agricultura de fruta tropical como papayos, mangos y aguacates.

Ruta 4 Parque Rural de Doramas, Moya

El cuarto eje para el que el proyecto plantea iniciativas es el del parque rural de Doramas, donde la presencia de un reducto de laurisilva, de muestras fósiles y de otras singularidades biológicas convierten este lugar en un referente para los amantes de la naturaleza y los senderistas que busquen paisajes exclusivos.

Esta circunstancia hace posible la propuesta del plan de asociar usos recreativos al disfrute de la naturaleza mediante una inversión económica que contribuya a potenciar el espacio y conservar los recursos naturales, para lo que el PIO plantea una planificación urbanística integral basada en la recuperación de la infraestructura existente.