La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, la mayor urbe del archipiélago canario, es conocida dentro y fuera de estas islas por su carácter cosmopolita. Con uno de los puertos españoles de mayor tráfico de buques, por sus muelles salen hacia Europa los productos de la agricultura de exportación de la isla, del mismo modo que por ellos entran alimentos de todas clases que completan la dieta de su gastronomía.
Una gastronomía, por cierto, que lleva siglos enriqueciéndose de la influencia de países y gentes con los que ha estado en contacto en un intercambio incesante (pocas ciudades españolas pueden presumir, además, de tanta variedad de restaurantes con cocinas de países de todo el planeta). Ese mosaico de gastronomía tradicional y cocina de mestizaje o de fusión puede ofrecernos toda una riquísima gama de platos de los que podemos disfrutar, en manos de cocineros de muy variada formación, pero con propuestas siempre llamativas y de alto nivel, empleando producto local.
Para nutrir la despensa de toda esta gama de restaurantes, como de los hogares de todos aquellos que residen aquí, Las Palmas de Gran Canaria cuenta con cuatro mercados municipales que son el eje de toda una oferta de gran calidad de alimentos de la tierra y el mar. Mercados que son toda una referencia por su historia o sus propuestas actuales.
Así, el de Vegueta, en pleno centro histórico de la ciudad, es uno de los mercados decanos de España pues fue construido en el año 1863. Junto al popular barrio portuario de La Isleta se levanta el mercado modernista del Puerto, con su estructura de hierro forjado (también de los más antiguos de España: 1891), donde, por cierto, incluye una sección de pequeños establecimientos de restauración con diversas propuestas gastronómicas. Más recientes (de los años 50 y 60, respectivamente) son los otros dos mercados: el Central y el de Altavista.
De estos dos más modernos, el Central (que llegó a ser entre 1958 y 1981 también mercado mayorista de la ciudad que proveía de productos frescos al resto de comercios y mercados de la ciudad) compite hoy con otros establecimientos dedicados a la alimentación en un barrio comercial de gran pujanza económica, pero sigue siendo una referencia para el comprador gracias a su calidad, buena organización y presentación de los gremios productores.
El ejemplo de los mercados de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, su historia y su vitalidad actual, llevan a decir a Juan Ignacio Robles (profesor del Departamento de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Madrid) que «la cultura de mercado impregna la historia contemporánea del archipiélago canario». En Las Palmas de Gran Canaria, añade, «el mercado, como institución social y comercial, sigue latiendo con vida propia».
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