Eva Lopes
«Gran Canaria me aporta felicidad y alegría. Vivir con más despreocupación.»
Eva es de origen portugués pero creció en Alemania. Llegó a Gran Canaria un poco a la aventura, con sólo 18 años, una maleta grande y dos mochilas. Su intención era trabajar durante la temporada de invierno, pero 14 años después aún sigue en esta isla que es ahora su casa. Actualmente Eva trabaja como encargada de dos restaurantes en el centro comercial Yumbo, el Gio y el Ritz, y continúa siendo enamorada irreductible de los ‘amaneceres-playeros’.
¿Por qué elegiste Gran Canaria para vivir?
En realidad, fue casualidad. Estaba trabajando en Mallorca, haciendo la temporada de verano y me gustó mucho la mentalidad española. Es muy abierta, muy simpática. Me llamó la atención el carácter de las personas, la amabilidad, la sinceridad, el cariño que transmiten sin conocerte…esa bienvenida cálida. Entonces, decidí que quería volver a España para el invierno, y una amiga me contó que en Gran Canaria hacía buen tiempo todo el año y que, gracias a ello, había una oferta más amplia para la gente que trabaja en el turismo. Y me vine a Gran Canaria.
¿A qué te dedicabas antes de vivir en la isla?
Ayudaba a mis padres, que también trabajan en el sector de la hostelería y la gastronomía.
¿Cómo ha cambiado tu vida desde que te mudaste aquí?
Mucho. Primero, porque fue todo una aventura al llegar. Llegué con 18 años, una maleta grande y dos mochilas, me acerqué al punto de información turística del Aeropuerto y les dije a las chicas: «Necesito trabajo y estancia, ¿qué hago?». Se quedaron a cuadros; no sabían qué hacer conmigo. Pero me recomendaron venir al sur, me explicaron que era donde había más trabajo en hostelería.
Así que me vine al sur, pedí un apartamento para una semana y empecé a buscar trabajo, en cualquier cosa. Aunque soy asistente técnico de farmacia y me ofrecieron un trabajo de eso, yo quería tener contacto más directo con las personas. Y el turismo y la hostelería es muy dado a ello. En este sector puedes ayudar a muchas personas, les puedes guiar, conoces a gente de muchos países, muchos caracteres. ¡Te abre la mente! Al final acabas tratando con diferentes nacionalidades, y eso te hace crecer y ser más flexible a la hora de pensar y tomar tus propias decisiones.
Fui bien recibida; encontré personas que me ayudaron. Aquí la gente es abierta, cuando llega alguien de fuera te respetan, te ayudan, te guían… Y eso te hace sentirte realmente cómoda, no te sientes sola. Al poco de llegar ya me sentía acompañada.
¿Qué te ha aportado a nivel personal el vivir en Gran Canaria?
Felicidad. Ante todo, felicidad y alegría. Vivir con más despreocupación; tienes claro lo que tienes que hacer en tu trabajo pero también das prioridad a la vida social, a tu entorno, a estar feliz. No todo es trabajar, como en las ciudades grandes, aquí todo es mucho más flexible.
Gran Canaria ofrece la posibilidad de vivir el día a día. El sol, las horas de luz te hacen vivir. No tenemos ese invierno del norte de Europa que te encierra y te acaba poniendo un poco tristona. Eso aquí no ocurre, siempre tienes energía en el cuerpo, porque tienes el sol. Y si estás en invierno y tienes un poquito menos, pues siempre tienes la alegría de la gente.
¿Por qué elegiste Maspalomas para vivir?
Principalmente por el trabajo, para evitar desplazamientos. Y, también, ya que vine por el sol, ¡pues para aprovecharlo!
En tu experiencia, ¿qué buscan las personas que eligen Gran Canaria para pasar sus vacaciones?
Creo que la gente joven viene un poquito más por la fiesta, sobre todo entre el colectivo LGTB, porque se conoce mucho las fiestas que hay en el Yumbo: el Pride, el Carnaval, el Freedom, el Winter Pride… ¡Hay muchísimo ambiente!
Pero sobre todo, creo eligen la isla por la libertad que pueden tener aquí, y da igual si son más fiesteros o si son más sosegados y les gusta ir más a los pueblos, dar paseos, recorrer la isla en coche… pero nunca está mal visto.
También hay muchas personas que vienen por el sol y el buen tiempo. Canarias es el único sitio en Europa en el que realmente uno puede disfrutar de ir en manga corta en invierno. Eso y también la gente, la amabilidad. Si preguntas a cualquier turista siempre se va a sorprender por la amabilidad de las personas en Gran Canaria.
¿Qué cosas te gusta hacer en tu tiempo libre?
¡Deporte! Me encanta correr y estirar en la playa. La Playa de Maspalomas es preciosa; el amanecer es impresionante, no encuentras nada igual en otro sitio, no en invierno. También me gusta caminar por las montañas. Lo bueno de esta isla es que tiene de todo, tiene fiesta, puedes salir y pasártelo bien; puedes cenar tanto en un restaurante con estrella Michelin como en un bochinche, o en las cuevas de Guayadeque; puedes ir a una calita, o de caminata… Llegas a casa cansada, feliz y el cuerpo lleno de vitalidad. ¿Qué más quiere uno?
¿Qué rincones poco conocidos recomendarías?
Me gusta San Felipe, la zona es preciosa, diferente. El Balcón de Bandama también me parece precioso. Hay una caminata bastante fácil por la caldera y, cuando terminas, tienes un bochinche cerquita para reponerte con el gofio y el vinito de la zona. ¡Está muy bien!
También me gustan mucho las calas escondidas en la zona de Pasito Blanco. De hecho, las prefiero a la playa; ese buscar rincones a los que para llegar hay que caminar un poquito, pero que luego recompensa cuando te ves sola con la naturaleza.
¿Qué restaurantes o locales de la isla aconsejas visitar?
¡Recomiendo los nuestros! El Gio y el Ritz, los restaurantes donde trabajo. En el restaurante Gio estamos enfocados en la auténtica cocina italiana. Las pizzas son caseras, y la verdad es que tenemos una de las mejores masas del sur.
Después, en el restaurante Ritz, vamos a introducir una nueva carta con carnes exóticas, como solomillo de cebra, hamburguesa de bisonte, algo distinto que casi no se encuentra en el sur. Tampoco puedes perderte nuestros helados, que son naturales, caseros, hechos por una italiana con mucho cariño. Somos uno de los pocos locales que tienen un helado de pistacho con denominación de origen.
¿Cómo describirías el ambiente del Gio y del Ritz?
Muy diverso. Son dos locales muy enfocados al mundo LGTB, pero también tenemos mucha clientela heterosexual. La mayoría son clientes repetidores. Les gusta el ambiente, ver algo distinto, pasar el rato y, ante todo, les gusta un buen café. Tenemos uno de los mejores cafés del Yumbo, entonces es que no les queda otra que venir a tomar un café con nosotros [risas].
¿Cuál es tu plato favorito del Gio y del Ritz?
Del Gio me encantan los espagueti con marisco y los espagueti con gambas y alioli, un poco de picante y ajo. Del Ritz, me gustan mucho las carnes maduradas. Hace poco hemos introducido un chuletón de buey grande, con carne madurada de más de 30 días. Y eso, en su punto, ¡está que te chupas los dedos! También ponemos mucho mimo y cuidado con la verdura que acompaña nuestros platos. De forma que nunca esté sobrecocinada, que cuando muerdas mantenga el toque crujiente y que reconozcas el sabor a verdura. No me gusta que los sabores terminen mezclados o tapados con otros sabores, aceites o demasiada salsa.
¿Les gusta cocinar con productos locales?
Sí, claro. La verdura es toda de aquí. Y la mayoría de las veces el pescado y el marisco. También decoramos los helados con muchísima fruta, y es toda de aquí. Por supuesto, los plátanos, la piña, las naranjas y las fresas…¡ay, las fresas! Están buenísimas. Las compramos en Valsequillo. Cuidamos mucho que la fruta sea de calidad porque el cliente lo nota; nosotros lo notamos. No tiene sentido acompañar un helado de calidad con fruta de baja calidad.
¿Y algún otro restaurante al que suelas ir a comer o a tomar algo?
A mí me gustan mucho los restaurantes de pescado que encuentras por Arinaga. Están muy bien para comer un pescadito fresco. Cuando trabajaba como recepcionista en hoteles y los turistas nos preguntaban, les hacía los pequeños pre-tours; los guiaba y recomendaba que no se quedaran solo en el sur, que también fueran a conocer Las Palmas de Gran Canaria, para que conocieran Las Canteras, una verdadera playa de ciudad. Que descubrieran también la parte del norte, o la zona de Arinaga, o Pozo Izquierdo, que disfrutaran del pescadito fresco… ¡Aquí hay de todo!
¿Qué festivales o eventos de la isla recomiendas?
El carnaval, claro, ¡es muy conocido de toda la vida! También, el Pride de mayo que, para mí, personalmente, es muy importante, porque también soy del colectivo y porque trabajo en la zona. No he visto en mi vida tanta libertad de expresión y tanta aceptación en general en una fiesta como en el Pride de Maspalomas. Eso es de mucho agradecer. Se reúne mucha gente pero no hay problemas y todos se respetan mutuamente. Además a mí, como me gusta la música house, me encanta el Pride. Es un evento importante, del que todos en esta isla podemos estar muy orgullosos.
¿Cuál es tu época del año preferida?
La primavera-verano, porque soy de calor, no me gusta el fresquito. La primavera me gusta porque no llega a hacer demasiado calor y si uno se va a dar paseos a la montaña, no están tan secas, ¡y son preciosas! Encuentras todo muy verde, los barrancos están verdes, y además la temperatura en primavera es bastante agradable para pasear.
Y también me gusta el verano, porque ¿a quién no le gusta estar en la playa, disfrutando de una tarde tranquila? ¿O poder tomarse una cerveza, un cóctel, cualquier cosa con los amigos? ¿O pasarse la tarde hasta las 21:00 o las 22:00 en la playa?
¿Con qué tres palabras describirías la vida en Gran Canaria?
Libertad, actividad - si quieres llevar una vida activa aquí tienes muchísimas posibilidades - y por último, diversidad.
¿Cómo sería para ti un día perfecto?
Madrugar, irme a la playa a ver el amanecer, buscarme una calita donde podamos llevarnos un bocadillo o una ensaladita fresquita. Pasar el día en la playa y después, darme un homenaje con pescadito fresco. Luego, hacer una caminata ligerita y venirme hasta aquí con los amigos por la noche.
¿Te ves en la isla en 10 años?
Sí, yo siempre he pensado que voy a jubilarme en Gran Canaria. Aunque algún día me vaya de la isla seguro que volveré, porque creo que este sitio es perfecto para pasar tus últimos años: tienes calor, la tranquilidad, la diversidad… ¡Tienes de todo! Además aquí casi todo el mundo habla idiomas, y los servicios médicos son muy buenos. Creo que vivir tus últimos años en Gran Canaria es un sueño.
¿Qué le dirías a alguien que esté meditando venir a Gran Canaria?
¡Que se venga corriendo! ¡Que no se lo piense! Es fácil empezar una vida en Canarias. Si uno tiene más o menos claro lo que va a hacer, de dónde van a venir sus ingresos o si ya viene con una base, no encontrará ningún problema. Yo soy el mejor ejemplo: no tenía nada, no tenía ningún plan y salí adelante. Y aquí sigo, 14 años después, yo que solo quería venir para el invierno…