Fernando Ilarduya

Fernando Ilarduya y su marido son los fundadores de Freedom LGBT, la asociación organizadora del Freedom Festival y del Maspalomas Pride, uno de los desfiles del orgullo más reconocidos de Europa. Fernando es originario de Pamplona, pero hace ya 10 años decidió hacer de Gran Canaria su nuevo hogar por el buen clima y, sobre todo, porque aquí se siente libre.

Sí. Vine antes de vacaciones, porque estaba buscando un destino para vivir. Pasé por otros países y ciudades, pero terminé eligiendo Gran Canaria por el clima y por el mundo LGBTQI+ que hay aquí, ¡es el paraíso LGBTQI+ de Europa!

Había oído hablar del Yumbo, había oído hablar de Maspalomas y vine. Me gustó, me sentí muy bien y al año siguiente, compré mi casa y me vine a vivir.

En todo. Me siento libre, cosa que no me ocurría en ningún otro sitio. Aquí hay normalización: puedes ir agarrado por la calle, puedes ir vestido como te dé la gana… la gente respeta.

Pues, como una ciudad LGBTQI+, sentirse cómodos. Al final todos vamos buscando pareja o amigos y, lógicamente, aquí es fácil encontrarlo. También, el tener un centro comercial prácticamente dedicado a nosotros, más hoteles y apartamentos, todo eso nos hace sentirnos especiales; estamos cómodos. Y, sobre todo, buscan la libertad. Es que aquí lo más importante es la libertad, sentirse uno mismo.

Salir de fiesta con los amigos al Yumbo, en el chiringuito 7, las fiestas en barco, las fiestas en el hotel AxelBeach... También ir al gimnasio todos los días, porque nosotros nos cuidamos mucho. También me gusta pasear cerca de la playa. Pero básicamente eso: deporte, fiesta y relacionarme, que yo soy de relacionarme mucho.

Me encantan las cuevas de Guayadeque, me pareció algo distinto. De repente, llegas, entras a las cuevas y te sirven de comer y de beber. Y luego Mogán, el puertecito, las casitas…me parece un decorado maravilloso. Es como una microciudad preciosa, con los colorcitos, las flores… ¡Me parece una postal!

Iría a la playa, vendría al Yumbo por la noche, iría al gimnasio y a comer en algún restaurante. Todo lo que tenemos aquí. Aquí es fácil tener un día perfecto. No sé, se vive con otra calma. El estrés de otros sitios no lo tienes aquí. Igual aprovechamos que los turistas están de vacaciones y se viene más relajado, pero se vive con una tranquilidad…

Llevamos seis o siete años trabajando en ella, y nace con el objetivo de gestionar y profesionalizar el Maspalomas Pride. La forman empresarios del sur de la isla relacionados con el colectivo.

Trabajamos todo el año para el Pride y para el Freedom, para que se nos vea, se nos note y para convertir al destino en lo que es, el destino turístico número uno LGBTQI+ de Europa. Más que nada es visibilidad, aunque también asesoramos sobre distintas acciones que se realizan.

Al final una asociación LGBTQI+ lucha por los derechos del colectivo, aunque aquí, por ejemplo, no hay agresiones. No ha habido un caso así, una agresión que haya que denunciar, alguien al que tuviéramos que ayudar. La gente que vive en la isla no tiene problemas. El que viene aquí y el que vive aquí acepta su condición sexual, por eso está aquí. No es lo mismo tener una asociación LGBTQI+ en otras ciudades que tenerla en Gran Canaria. Porque lógicamente estamos hablando de cosas distintas. Pero eso sí: ayudamos al que podemos.

¡El Maspalomas Pride! Porque es un festival de calidad, reivindicativo y porque lo organizo yo [risas]... se le pone mucho cariño. Siempre queremos que venga todo el mundo, que se sientan libre y creo que es una experiencia única.

Es verdad que este es un Pride más festivo, pero yo lo digo siempre, reivindicamos con la visibilidad. También recomendaría el Carnaval, especialmente el del sur de la isla, porque es más íntimo; es más internacional. Ver a los turistas con la boca abierta es una maravilla.

El festival dura 11 días y transcurre principalmente en el Yumbo y en distintas localizaciones, que suelen ser hoteles LGBTQI+ o espacios culturales. La programación del evento incluye todo tipo de actividades: cultura, mucha música, fiesta, un desfile... todo para dar visibilidad al colectivo.

Calculamos que por el Yumbo pasan más de 200.000 personas durante el Maspalomas Pride. Esto se llena todas las noches y hay mucha gente que repite. Recibimos participantes de todo el mundo, aunque principalmente de Europa: de Alemania, de Reino Unido, Francia, Italia... Pero también encuentras gente de China, Australia, Estados Unidos, Latinoamérica, África. ¡Viene gente de todos lados!

Siempre. El que ha estado por primera vez, se enamora de esto. Yo he estado en Prides de todo el mundo y no tiene nada que ver. Es el ambiente, el clima que se crea.

La gente normalmente no viene sólo por 11 días, lo suelen alargar una semana; hay gente que se viene todo el mes. Al principio sí quieren la fiesta, pero la gente sigue visitando otros sitios.

Es verdad que durante el Pride suelen estar concentrados aquí, pero eso sí: van a la playa, al chiringuito 7, a pasear.... hacen muchas cosas. Después del festival lo que quieren es relax. Por eso recorren la isla para conocer zonas como Tejeda, las cuevas de Guayadeque, Las Palmas de Gran Canaria...

Sí, es que, además, no solo yo. Cada vez más gente decide venir a Gran Canaria para retirarse, para jubilarse. Lógicamente, ¿quién no va a querer estar aquí?

El destino que tenemos. El tiempo siempre es estable, una temperatura agradable. La diversidad y la libertad... Aquí te sientes así: libre. Vives. Aquí… es que vives. Es como me siento yo, por lo menos. Y luego, aparte tener un destino dedicado a ti, eso no lo hay en ninguna parte del mundo.