Agaete

Las pescaderas de Agaete ya no se echan a andar por las veredas del norte de la isla de Gran Canaria, de pueblo en pueblo, con la palangana de sardinas en la cabeza anunciando «¡Sardinaaaas! ¡Sardinas frescas! ¡A la rica sardina!» Esos tiempos de sacrificio, de una vida difícil, han quedado atrás y forman parte de las historias que le cuentan las abuelas de Agaete a sus nietos. Algunos de ellos, eso sí, todavía siguen siendo pescadores y cuando la noche se presenta sin luna, aprovechan para ir a calar con cerco y al oscuro en busca de esas preciadas sardinas.

La gastronomía del lugar concentra en su acogedor y bello Puerto de las Nieves la oferta de esa pesca local que tiene en el caldo de pescado, en la parrillada de pescados de roca o en la vieja algunas de sus más atractivas propuestas, además de las mencionadas sardinas.

Muy cerca, el propio casco del pueblo también es buen plan para degustar lo que sus locales ofrecen con lo más tradicional, que invita, igualmente, a terminar con el clásico «buchito de café». Y en Agaete lo tienen muy bueno, cultivado apenas a unos pocos kilómetros adentrándose por el valle del mismo nombre que el pueblo. Las plantaciones se remontan a principios del siglo XIX y de una variedad escasa y antigua en el mundo (dentro de la muy común Coffea arabica), la Typica, que ha sorprendido a los expertos.

De producción pequeña, el cafeto se ha plantado en este valle, tradicionalmente, en los bordes de las fincas. Pero en la actualidad ocupa el sitio de honor de ser el centro de atención de muchas fincas, que no por ello han abandonado otros cultivos por los que este valle es igualmente famoso en la isla. Su atractivo y el entorno mismo donde se cultiva, un encajonado y fértil valle de clima subtropical donde se dan otras muchas frutas exóticas, ha dado lugar a un cafeturismo que pone en valor el sector primario al tiempo que hace disfrutar de un producto gourmet con nombre propio, Café de Agaete.

En directo se puede conocer el proceso de secado, tostado e infusionado de las cerezas de café arábica, de la variedad Typica, de intenso y llamativo color rojo, para descubrir después cómo se muestra al consumidor, brindando su aroma a chocolate, a regaliz y a fruta (maracujá, guayaba).