Artenara es un lugar ideal para apreciar los yacimientos arqueológicos que muestran la forma de vida de los aborígenes canarios. Así, la visita al municipio contempla un paseo por el Complejo Arqueológico de Acusa, uno de los conjuntos arqueológicos más importantes del lugar, constituido por cuevas habitacionales y funerarias, o una visita por las Cuevas de Caballero, zona de refugio de pastores aborígenes y un significativo complejo arqueológico donde las cuevas nos ofrecen una singular simbología de los aborígenes canarios.
La Cueva de Los Candiles es otra de las visitas tradicionales. Está enclavada en la Montaña de Artenara y su importancia radica en la decoración de sus paredes, en las que se aprecian grabados rupestres.
La visita a la Ermita de la Virgen de La Cuevita es también ineludible, puesto que esta ermita está excavada en un risco y situada a 400 metros del casco del pueblo. Data del siglo XVIII y posee todos los componentes necesarios para el culto religioso: altar, púlpito, confesionario y coro: todos labrados en la misma roca. La única imagen de esta ermita es la Virgen de La Cuevita, de gran devoción en el municipio y en el resto de la Isla.
La Iglesia de San Matías es el lugar en el que se halla la actual Parroquia de Artenara. Sus orígenes se remontan a comienzos del siglo XVII, pero, tras numerosos conflictos y negligencias por parte de las autoridades, el nuevo templo comienza su construcción en la segunda mitad del siglo XIX. En él debemos destacar las imágenes de la Virgen del Rosario, la Virgen de los Dolores, San Matías y San Juan.
Y en la visita a monumentos religiosos e históricos hay que mencionar también a la Ermita de la Candelaria en Acusa, que en el siglo XVII se asentaba en una cueva, hasta que se sustituyó por la actual ermita en 1679. En 1960 se construyó la presa de la Candelaria quedando la iglesia bajo sus aguas, por lo que se construyó la actual ermita. Posee un conjunto de imágenes de gran valor: la Virgen de la Candelaria, la Imagen del Santo Cristo Crucificado, recientemente restaurado, San Antonio de Padua, el Niño Jesús y San Blas.
Los entornos naturales de Artenara son una de las principales atracciones del municipio, que está integrado en el Parque Natural de Tamadaba, un área boscosa con gran variedad florística y de gran interés paisajístico. El impresionante Pinar de Tamadaba es la zona de mayor valor natural del municipio y de la Isla. Se extiende en 8 kilómetros cuadrados y sus vistas son espectaculares. El visitante puede apreciarlas en varias de las rutas y senderos de Artenara. Asimismo, es otra de las visitas más recomendadas la del Parque Rural del Nublo, desde donde se observan unas vistas espectaculares y donde se aprecia el medio rural en su estado más puro.
Artenara es un municipio eminentemente interior. Sin embargo, linda al oeste con una pequeña zona de costa en donde es posible localizar la única playa del municipio: Punta Gongora o Punta de Las Arenas.
Es una playa poco conocida en la Isla, a la que es posible llegar a pie debido a que no dispone de accesos para coche. Es de arena rubia y localizada en una zona ventosa, por lo que normalmente es una playa de fuertes oleajes. Muchos visitantes practican el nudismo en ella.
En Artenara encontramos un gran número de artesanos que desarrollan su actividad en el municipio. El visitante puede visitar sus talleres y adquirir objetos de gran valor tradicional, principalmente elementos de cerámica popular y mantelerías típicas canarias realizadas a mano.
Asimismo, el municipio dispone de un centro artesanal y un centro alfarero en la zona de Lugarejo, en donde se exponen los trabajos artesanos del barro. Los artesanos trabajan el barro como lo hacían los antiguos pobladores, cociéndolo en un guisadero, y no en horno.
Por su situación cumbrera, Artenara es un municipio en el que se pueden degustar platos de sabrosa carne a la brasa: de cabrito, de conejo al salmorejo y cochino frito. Y como pizqueo, es posible paladear el queso de la ganadería de la zona (hechos con una mezcla de leche de cabra, vaca y oveja), las papas arrugadas con mojo, ropa vieja, morcillas...
Pero también es clásico en Artenara el potaje de berros.
La repostería del municipio se basa en el tradicional bienmesabe, elaborado con almendra triturada, las truchas rellenas, el mazapán, los bollos de cuajada o las tortillas de calabaza.