La fiesta más antigua de nuestro municipio es la que celebramos a nuestro Santo Patrón San Roque, que data desde principios del s. XVI. y que tiene lugar el 16 de agosto. Durante la misma, se organizan diferentes actos culturales, populares, tradicionales y religiosos.
Destacar la Traída del Palo, donde los vecinos cargan un palo desde la zona baja de la montaña de Firgas hasta el casco del pueblo, recorriendo diversas calles y acompañados de la banda musical y una vez se llega a la plaza de Firgas, todos los asistentes levantan el palo, que será el encargado de izar la bandera del municipio y ser el referente de todas las Fiestas, la Tradicional Romería ofrenda a nuestro Sr. San Roque (15 agosto), donde un gran número de carretas adornadas con frutos y flores de la zona, tiradas por yuntas de bueyes y acompañadas por una multitud de romeros ataviados con vestimenta típica y grupos folklóricos se dirigen a la Plaza de San Roque a hacer la ofrenda al Santo y la Feria de Ganado (16 agosto), a la que acuden las mejores cabezas de ganado de toda la isla.
También se celebran en la Villa de Firgas la fiesta de San Luís Gonzaga, Patrón de los jóvenes, el primer domingo de junio.
El 18 de agosto de 1480 desembarcó por primera vez Pedro de Vera en el puerto de La Isleta, acompañado por numerosos ballesteros, entre los que se encontraba Tomás Rodríguez de Palenzuela, de origen burgalés y experimentado en las luchas contra los árabes.
En el repartimiento de tierras y aguas otorgado por los Reyes Católicos, a Tomás Rodríguez de Palenzuela le correspondieron terrenos por la zona de Arucas y se estableció en un lugar llamado Afurgad, según la denominación de sus habitantes. Parece tener un sentido doble: o lugar alto o cruce de caminos. Lo cierto es que allí se iniciaron los trabajos para talar el bosque, construir las viviendas, iniciar el cultivo de la caña de azúcar y construir un ingenio azucarero y una capilla.
Así se inicia la vida de esta colectividad, en la que se entremezclaron los que llegaron de la Península con los aborígenes y se inició una actividad de gran esplendor. En el siglo XVI ya aparece el nombre de Firgas de Afurgad, sin que podamos explicar este cambio.
La ermita contaba con terrenos propios y otras donaciones que permitían costear sus necesidades, pero la lejanía de la iglesia parroquial de la que dependía, la de San Juan Bautista de Arucas, planteaba problemas a los vecinos por no disponer de un modo continuado de un sacerdote. Esto hizo que una asamblea de vecinos, en 1613, solicitase a don Pedro Espino de Brito, arcediano de Canarias y Vicario General del Obispado, que diese licencia a la Orden de Predicadores de los Dominicos para que fundaran un convento, al que apoyarían con sus limosnas.
En un Auto de 27 noviembre de 1613 se otorga esta licencia y hasta 1836 el Convento de San Juan de Ortega forma parte de la historia de Firgas y de Gran Canaria.
En 1616 existía ya un próspero convento dominico, ubicado en la actual Plaza de San Roque, el cual promovió la devoción por este Santo, que ostenta el patronazgo de la villa. El convento fue clausurado en 1835 con motivo de la desamortización de Mendizábal, siendo sus antiguos muros sedes de la Casa e Iglesia Parroquial actual.
Ese mismo año (1835) se segrega de Arucas el pueblo de Firgas, adquiriendo el rango de Municipio independiente.
La villa de Firgas o villa del agua, se sitúa a 25 kms de la capital y constituye un municipio característico de las medianías del Norte de Gran Canaria, tiene forma rectangular y es el de menor extensión superficial de la isla (15,77 km2).
Limita al norte y al este con Arucas, al Oeste con Moya y por el Sur con Teror y Valleseco. El relieve se caracteriza por una serie de lomos alargados y estrechos, atravesados por una densa y compleja red de barrancos. La cota más alta del municipio la tiene el Pico de Osorio (conocido por la parte de Firgas como Pico del Rayo) con 968m y la más baja el barranco de Aguaje a 75m.
Una gran parte del municipio se sitúa en el Parque Rural de Doramas, catalogado como Espacio natural Protegido y en el que se puede apreciar la Reserva Natural Especial de Azuaje, por lo que los visitantes de Firgas pueden disfrutar en este municipio de rincones de extraordinaria belleza natural y rural.
Firgas ha sido tradicionalmente un municipio agrícola y ganadero destacando el cultivo del plátano, en la zona costera, y el de la papa, millo, y berros, en la zona de medianías, así como la crianza de la cabaña bovina y caprina.
Sin embargo, ha sido la explotación de los recursos acuíferos la que ha ganado el mayor impulso económico de Firgas, dándole a su vez una proyección autonómica y nacional, de hecho la planta embotelladora de Aguas Minerales, situada en el barranco de Las Madres es la industria que mayor personal absorbe.
Las otras industrias existentes que ocupan la mano de obra son, entre otras, molinos de harina de gofio, talleres de reparación de automóviles y de chapa y pintura, panadería, supermercados, tiendas de comestibles, confiterías y carpinterías.
