La fórmula del Gran Descanso y el Bienestar
El Gran Descanso se descubrió hace decenas de años. Nació en pleno siglo XIX, cuando los viajeros ingleses que hacían la ruta a Ciudad del Cabo descubrieron casi por casualidad la isla con los mejores inviernos de Europa. Una isla con microclimas perfectos para instalarse durante largas temporadas y sanar de dolencias, mitigar achaques o simplemente, descansar y desconectar del ritmo y la rutina diaria.
El Gran Descanso no dejó de adaptarse al paso de los años. El visionario Eduardo Filiputti renovó la fórmula en el siglo XX, creando un centro de salud en Maspalomas. Un spa sobre las dunas, un centro helioterápico, que permitía aprovechar los efectos beneficiosos de la combinación de arena y sol. Eran los años 60.
Hoy en día la fórmula del gran descanso se sigue transformando. El visitante de Gran Canaria sigue contando con un abanico enorme de centros de Spa & Wellness. Pero también se han ido posicionando otras fórmulas a la hora de la búsqueda del bienestar y del cuidado, como la práctica de la meditación y de los viajes basados en la atención plena.
La conexión con la naturaleza que brinda la isla, unida a la amplia oferta profesional y de actividades vinculadas al Yoga, Mindfulness, Meditación, Tai Chi, Baños de Bosque, así como la posibilidad de realizar prácticas al aire libre durante todo el año, hacen de Gran Canaria un destino idóneo para la gran fórmula “dejar ser para poder ser”.